La Importancia de Cuidar tu Salud Bucal
La higiene y el cuidado de tu boca y tus dientes es muy importante, tanto para tu salud dental como para tu bienestar general. A veces no le prestamos la atención que se merece, pero el cuidado de tu boca es mucho más importante de lo que crees. Una mal cuidado de tu boca y dientes puede provocar:
- Acumulación de placa
- Caries
- Deterioro del esmalte
- Gingivitis
- Enfermedad de las encías
- Dolor facial
- Infecciones de la boca
- Pérdida de dientes
Y no solo eso, una higiene oral deficiente no solo provoca problemas dentro de la boca. De hecho, está relacionado con serios problemas de salud como:
- Diabetes
- Enfermedades cardíacas
- Derrames cerebrales
- Apoplejía
- Síndrome del intestino irritable
- Enfermedad renal
- Nacimientos prematuros
- Cáncer oral
Por eso es tan importante seguir una serie de consejos y remedios para mantener una salud e higiene bucales adecuadas. Así no solo prevendrás y evitarás todos estos problemas, sino que además te evitarás caros tratamientos en el dentista. ¡Mejor prevenir que curar!
25 Consejos y Remedios para Mejorar la Salud de tu Boca y Dientes
Podemos mejorar y mantener nuestra salud bucal y dental siguiendo unos sencillos consejos. Lo mejor es que no te costará mucho llevarlos a cabo, tan solo deberás tenerlos en cuenta e incorporarlos a tu rutina diaria:
Cepíllate bien los dientes: Cepíllate los dientes al menos 3 veces al día, después de las comidas más importantes. Para cepillarlos bien deberás hacerlo con movimientos circulares suaves pero firmes, insistiendo unos 10-15 segundos en cada punto. No olvides también cepillar la cara interna de los dientes, así como la lengua. Recuerda reemplazar tu cepillo de dientes viejo con uno nuevo cada dos o tres meses.
Usa hilo dental: Aunque te cepilles los dientes a conciencia siempre pueden quedar restos de comida entre los dientes. Usar el hilo dental después del cepillado te asegurará una limpieza completa, para evitar que estos restos de comida puedan generar una infección o aumentar la placa bacteriana.
No olvides la lengua: Cuando nos cepillamos los dientes tendemos a olvidarnos de limpiar la lengua, y también es una parte que requiere una limpieza exhaustiva, ya que en ella pueden albergarse las bacterias que luego atacarán al esmalte dental y las encías.
Usa enjuague bucal: El uso de un enjuague bucal después del cepillado te ayudará a eliminar los gérmenes, y puede reducir significativamente la placa y la gingivitis, mucho más que con un simple cepillado.
Mastica chicles sin azúcar: Masticar chicle sin azúcar después de una comida también puede mejorar la salud oral, porque ayuda a limpiar los dientes y estimula la producción de saliva.
No te muerdas las uñas: En las uñas se puede esconder suciedad y bacterias, y al morderlas pueden pasar a los dientes y provocar caries e infecciones. Además, cuando intentas morder la uña, el esmalte dental se puede romper.
Cómete una manzana a bocados: Morder y masticar una manzana fresca y sin pelar después de comer te ayudará a limpiar tus dientes y a sanar las encías. También pueden servirte otras frutas y verduras crujientes como guayabas, zanahorias o pepinos.
Haz enjuagues con aceites esenciales: Los aceites esenciales de sésamo, de coco o de romero funcionan como un desinfectante natural para erradicar las bacterias orales y mantener así tanto tus dientes como tus encías en óptimas condiciones. Además, también pueden ayudarte a blanquear los dientes. Para hacer enjuagues con cualquiera de estos aceites, pon una cucharada de aceite en tu boca y agítalo por todos los rincones de tu boca durante unos 10 minutos. Evita hacer gárgaras o tragarlo, tan solo escúpelo después de este tiempo, enjuaga tu boca con agua tibia y cepilla tus dientes normalmente. Es recomendable hacer estos enjuagues en la mañana, nada más levantarse.
Haz enjuagues con vinagre blanco: El vinagre blanco contiene ácido acético que puede ayudar a prevenir la desmineralización del esmalte, así como a prevenir y reducir la acumulación de placa. También tiene propiedades antibacterianas. Mezcla 2 cucharaditas de vinagre blanco y 1 cucharadita de sal en ½ taza de agua tibia. Enjuágate la boca con esta mezcla una o dos veces al día.
- Bebe té: El fluoruro natural, los polifenoles y las catequinas del té verde pueden destruir las bacterias que causan caries y enfermedades de las encías. Además también previene el mal aliento. Por otra parte, el té negro puede controlar las bacterias orales y ayudar a reducir el riesgo de formación de placa, gracias a sus propiedades antioxidantes y antimicrobianas. Por eso es recomendable tomar té 2 o 3 veces al día, e incluso hacer enjuagues bucales con él.
Usa aloe vera para reducir la inflamación: El aloe vera es efectivo para tratar la enfermedad de las encías causada por la placa y el sarro. Al ser un antimicrobiano, mata las bacterias que causan la acumulación de placa. Además, también combate el mal aliento. Corta longitudinalmente una hoja de aloe vera y extrae el gel de su interior ayudándote con una cuchara. Frota este gel directamente sobre tus dientes y encías, y déjalo actuar durante 10 minutos. Después enjuágate con agua fría. Puedes repetir este remedio un par de veces al día.
Usa cúrcuma como pasta de dientes: La cúrcuma contiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que ayudan a mantener las encías sanas y los dientes libres de infección bacteriana. Agrega un poco de agua a ¼ de cucharadita de polvo de cúrcuma para hacer una pasta. Puedes cepillarte los dientes con esta pasta, o masajearla con tus dedos sobre los dientes y las encías. Después enjuágate con agua tibia. Usa este remedio 3 o 4 veces por semana.
Límpiate los dientes con regaliz: La raíz de regaliz puede ayudar a mantener tus dientes y encías sanos. Los dos compuestos predominantes de la regaliz, la licoricidina y la licorisoflavina A, ayudan a matar a las principales bacterias responsables de las caries y la enfermedad de las encías. Usa un poco de polvo de raíz de regaliz seco para cepillarte los dientes con regularidad. También puedes usar una varilla de regaliz suave a modo de cepillo de dientes para cepillarte los dientes a diario.
Lava tus dientes con bicarbonato de sodio: El bicarbonato de sodio es un excelente remedio casero para eliminar la placa. Neutraliza los ácidos en la boca, reduciendo así la cantidad de bacterias dañinas. También ayuda a blanquear los dientes. Pon una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio en tu cepillo de dientes mojado y cepíllate los dientes con él. Después enjuaga bien la boca y los dientes con agua tibia. Recuerda no usar bicarbonato en exceso ya que puede dañar el esmalte dental con el tiempo.
Lava tus dientes con sal: La sal también puede ayudar a fortalecer las encías y los dientes. Sus propiedades antisépticas y antibacterianas inhiben el crecimiento de bacterias en la boca. Disuelve 1 cucharadita de sal en un vaso de agua tibia. Usa este enjuague bucal casero para enjuagarte la boca al menos una vez al día. También puedes preparar una mezcla con ½ cucharadita de sal y suficiente aceite de mostaza para hacer una pasta. Usa esta pasta para cepillarte los dientes por la mañana y luego enjuágate con agua tibia.
Usa clavo para eliminar la placa: El clavo molido se ha utilizado ampliamente durante siglos como un remedio casero para aliviar los dolores de muelas. También se puede usar para combatir las bacterias de la boca que pueden causar placa y sarro. Mezcla 1 cucharadita de clavo en polvo con un poco de aceite esencial de clavo o con aceite de oliva para hacer una pasta. Aplica esta pasta sobre las encías inflamadas o los dientes afectados, espera unos minutos y luego enjuágate con agua tibia. Haz esto dos veces al día.
Usa albahaca o menta para eliminar bacterias: La albahaca también es un excelente ambientador bucal y desinfectante oral. Puede ayudar a destruir gérmenes y bacterias en la boca que son responsables de las caries, la placa y el mal aliento. Mastica 4 a 5 hojas de albahaca diariamente. También puedes usar té de albahaca frío como enjuague bucal. Si lo prefieres, en lugar de albahaca también puedes usar menta, conseguirás los mismos efectos.
Bebe suficiente agua: Además de mantener tu cuerpo hidratado, el agua ayuda a eliminar los alimentos y las bacterias que quedan en tu boca. Tu saliva se produce a partir del agua, y ésta neutraliza la acidez en la boca que erosiona el esmalte dental y debilita los dientes. Por eso será recomendable que bebas unos 2 litros diarios de agua, y que te acostumbres a beber o enjuagarte la boca después de cada comida. Esto ayudará a eliminar restos de alimentos y a acelerar el proceso de remineralización.
Come queso: Comer queso al final de tus comidas puede ayudar a mejorar tu salud bucal, ya que estimula la producción de saliva. Además, también contiene calcio y fosfatos que ayudan a neutralizar los ácidos de la placa, y caseína que ayuda a fortificar la superficie de los dientes.
Evita ciertos alimentos: No solo basta con cuidar tu boca y dientes, también será necesario que cuides tu dieta si quieres mantener una buena salud oral. Trata de evitar alimentos que contengan demasiado azúcar o que se peguen a los dientes. Además, también será recomendable moderar el consumo de alimentos ácidos, que podrían dañar el esmalte dental, y alimentos que puedan causar un deterioro del color de tus dientes, como café, té, vino, bebidas isotónicas o refrescos azucarados.
Incluye ciertos alimentos: Además de evitar algunos alimentos también será necesario incluir otros que pueden ayudarte a mejorar tu salud oral. Procura incluir alimentos ricos en vitaminas A, C, D, K, y minerales como calcio o magnesio para fortalecer el esmalte dental. También puedes tomar alimentos ricos en flavonoides si notas tus encías inflamadas, te ayudarán a reducir la inflamación. Recuerda llevar siempre una dieta sana y equilibrada para asegurarte de contar con todos los nutrientes esenciales necesarios para tu organismo.
Haz ejercicio: Hacer ejercicio habitualmente te ayudará a controlar tu nivel de glucosa en sangre, por lo que estarás reduciendo el riesgo de reducir infecciones orales. No hace falta realizar ejercicios demasiado intensos, elige un ejercicio que se adapte a tu forma física. Si no puedes realizar ejercicios demasiado pesados, nadar, ir en bicicleta o incluso caminar a buen ritmo pueden ser grandes alternativas para mantenerte en forma.
Deja de fumar: Fumar es perjudicial para la salud en general, pero todo el humo pasa a través de tu boca y dientes, por lo que es horrible para la salud oral. Puede provocar un aumento de placa, la decoloración del diente, el debilitamiento del esmalte, la inflamación de las encías y, a largo plazo, incluso cáncer oral.
Cuidado con la medicación: Tienes que prestar especial atención a tus dientes cuando estés tomando determinados medicamentos, ya que algunos, como los antidepresivos y diuréticos, reducen la cantidad de saliva favoreciendo la acumulación de placa y la aparición de caries.
Acude al dentista periódicamente: Una buena salud bucal y dental no está exenta de las revisiones pertinentes en el dentista. Si quieres evitar sorpresas desagradables, lo mejor será que periódicamente acudas al dentista para asegurarte de que todo esté bien, y hacer una limpieza a fondo de tu boca. Lo recomendable es al menos acudir al dentista una o dos veces al año, aunque no detectes ningún problema en tu boca o dientes.
