1.Utiliza desodorantes mejor que antitranspirantes
En el mercado se venden muchos productos que son antitranspirantes, que lo que hacen es evitar que las glándulas sudoríparas eliminen el sudor, impidiendo que el organismo realice ese mecanismo de refrigeración, y paradójicamente, pueden conseguir que empieces a sudar por otras zonas del cuerpo, como espalda y cabeza, para compensar la temperatura corporal.
Los desodorantes suelen incorporar algún preparado con efecto antibacteriano que consiguen eliminar esos microorganismos responsables del olor.
Elige, por tanto, desodorantes, preferiblemente sin aluminio, ya que son sospechosos de un efecto cancerígeno, y si es posible, con antibióticos naturales.
2. Utiliza tejidos naturales
El tejido más adecuado para las personas que suelen sudar mucho es el algodón.
Elige siempre tejidos que tengan un bajo porcentaje de materiales acrílicos, ya que éstos no permiten al cuerpo que transpire, por lo que pueden provocar que tu temperatura corporal aumente, haciendo que sudes y que esa humedad se quede pegada a tu cuerpo, apareciendo el mal olor.
3. Evita que tu temperatura aumente
Eliminar esos kilos de más que te sobran, te puede ayudar mucho con este problema.
También te conviene en este punto, utilizar prendas frescas si hace calor y evitar los atracones y las comidas muy condimentadas, ya que hacen que tu cuerpo genere más calor aumentando tu temperatura corporal.
¿Quieres añadir algo más?
Seguro que si tienes en cuenta estas tres pautas puedes ayudar a mejorar, al menos, una parte de este problema. ¿Crees que se me ha olvidado algo?