Cómo Actuar Cuando Nace tu Segundo Hijo
Es importante saber cómo actuar cuando un nuevo miembro de la familia nace, ya que desde el día 1 estaremos condicionando con nuestro comportamiento, que aparezcan o no los celos en el hermano mayor.
Lo primero que tenemos que entender es que los celos son una reacción normal. El niño tiene miedo a perder el cariño de sus padres, y no debes culparle ni recriminarle que tenga «un ataque de celos»; eso sólo lo empeorará, porque le estará «confirmando», a sus ojos, que efectivamente sus padres «le quieren menos a él».
10 Síntomas para Reconocer un Ataque de Celos
Algunos de los síntomas que te indicarán que tu hijo está celoso de su hermano pequeño son:
Que intente recuperar tu atención volviendo a conductas infantiles que ya superó, como orinarse en la cama, querer usar chupete, biberón o pañales, querer dormir en vuestra cama, etc.
Que empiece a desobedecer todas tus órdenes, y diga que «no» a todo.
Que empiece a mostrar una actitud retraída e indiferente a todo lo que le digas o sugieras.
Que se oponga a compartir actividades y momentos en familia.
Que empiece a mostrar malestares como dolor de cabeza o de tripa, para acaparar tu atención.
Que se niegue a comer, o muestre inapetencia a la hora de comer.
Que empiece a mostrar una actitud más rebelde y agresiva con toda la gente de su entorno. Hay que tener cuidado si se vuelve especialmente incontrolable, ya que podría dañar al hermano pequeño.
Que muestre una actitud más dependiente, mostrándose débil y llorón. Puede empezar a pegarse excesivamente a su madre para demandar atención.
Que muestre una actitud egoísta a la hora de jugar o de compartir sus juguetes, ya no sólo con su hermano sino con el resto de sus amigos.
Que muestre una actitud rencorosa contra sus seres queridos.
Si compruebas que tu hijo está desarrollando alguna de estas actitudes, es muy probable que tenga un «ataque de celos» contra su hermano. Nunca se lo recrimines, sino que intenta calmarle, hacerle comprender por qué en ese momento no les has podido prestar atención, e incluso discúlpate con él si se ha podido sentir ofendido o desplazado con tu actitud.
Ante todo debe ver que le sigues queriendo igual que el primer día, y que la llegada del nuevo bebé solo te está quitando tiempo, no cariño hacia él.
8 Consejos para Evitar los Celos entre Hermanos
Para evitar que estos «ataques de celos» aparezcan, deberías seguir una serie de consejos, incluso antes de que nazca el hermano pequeño. Si en tu caso ya ha nacido, no te preocupes. Simplemente cambia tu actitud, sigue estas recomendaciones, y verás como poco a poco todo vuelve a la normalidad.
No consientas todo a tu primer hijo: Como ya te comentábamos en otro artículo, es importante poner límites a tus hijos. Estableciendo unos límites a tu primer hijo, conseguirás que no se acostumbre a tener siempre todo lo que quiera, cuando quiera.
Será mucho más sencillo controlar su actitud cuando nazca su hermano, si ya desde el principio le hemos educado sin acostumbrarle a tenerlo todo.
Prepara a tu hijo para la llegada del nuevo bebé: Será importante que te sinceres con tu hijo cuando te enteres de que estás esperando un nuevo bebé. Dependiendo de su edad, intenta hacerle comprender que cuando nazca el bebé tendrás que estar más pendiente de su hermano que de él, porque será demasiado pequeño para valerse por sí mismo.
Explícale cómo también lo hiciste con él cuando era bebé, e incluso enséñale fotos y recuérdale los momentos que pasasteis juntos.
Hazle sentir importante: Cuando nazca el pequeño, es normal que no tengas tiempo para nada más que para él. Sin embargo esto podría hacer que tu hijo mayor se sienta apartado.
Para evitarlo, intenta hacerle sentir importante. Explícale que al ser el mayor tendrá que proteger a su hermanito, que tendrá que enseñarle a comportarse correctamente, y que tendrá que ayudar a sus papás para que todo siga funcionando igual que antes.
También será efectivo hacerle partícipe de las decisiones que se tomen acerca del nuevo bebé, para que él se sienta parte de la familia. Puedes dejarle que elija el color o la decoración de la habitación de su hermano, que elija algún juguete para darle la bienvenida, etc.
Dale responsabilidades: Todo dependerá mucho de la edad de tu hijo mayor, pero siempre se le puede dar alguna responsabilidad, más grande o más pequeña. Lo primordial es que él se sienta útil e importante.
Puede ayudarte a cuidar al pequeño si es lo suficientemente mayor, o puede contribuir en ciertas cosas si es más pequeño, como por ejemplo traer su biberón, intentar entretenerle si llora, traerte algún accesorio o producto que necesites para lavarle, etc.
Aunque no esté exactamente contribuyendo a cuidar a su hermano pequeño, o realizando una tarea muy importante para ti, si él ve que está ayudándote se sentirá partícipe y no creerá que está siendo apartado.
Intenta mantener su rutina: Evidentemente tu hijo mayor va a notar grandes cambios en su vida después del nacimiento de su hermano. Sin embargo, tienes que intentar mantener su rutina lo máximo posible, para que esos cambios no afecten drásticamente a su vida cotidiana.
Mantén los horarios de comidas, de juegos, de hacer los deberes, etc. Que él note que todo sigue siendo igual, pese a los cambios evidentes.
Dedícale tiempo: Es complicado sacar tiempo cuando tienes un bebé que depende completamente de ti, pero intenta sacar tiempo para tu otro hijo. Haciéndole partícipe de tus actividades con el bebé él se sentirá más integrado, pero aún así saca también algo de tiempo para él.
Aprovecha que tu pareja está con el bebé para jugar con él, o dejad que algún amigo o familiar os ayude unas horas con el pequeño para poder estar más tiempo con vuestro otro hijo.
Enséñales a compartir: Cuando tu hijo pequeño crezca un poco más, puede que los celos iniciales de «demanda de atención» del hermano mayor, pasen a convertirse en celos contra su hermano a la hora de compartir cosas con él. También puede ser que sea el pequeño el que desarrolle esta actitud posesiva con sus juguetes.
Para evitar discusiones entre hermanos a la hora de compartir juguetes, lo primero que deberías hacer es que nada sea propiedad de ninguno de los dos. Todos los juguetes deberían ser de todos, de la familia, para que no haya discusiones del tipo «esto es mío, y no te lo dejo».
Otra opción también es establecer tiempos de juego. Si ambos niños quieren jugar con lo mismo, puedes decirles que podrán jugar un rato cada uno con ello, y luego dejárselo a su hermano. También jugar con otros niños, o con mascotas, hará aprender a tus hijos que compartir y ceder es necesario para la convivencia.
No siempre tiene la razón el mismo: Cuando tus hijos crezcan, discutirán. Eso es algo que tenemos que asumir, las discusiones forman parte de la convivencia, y más entre hermanos.
Sin embargo, tendemos a creer siempre al mismo hijo, porque es el «más bueno», o porque es el «más pequeño y todavía no tiene maldad». Pero lo cierto es que muchas veces culpamos a un hijo cuando no es el culpable, y repetir esta actitud «en contra de él» puede hacer que desarrolle un «ataque de celos» contra su hermano.
Para evitarlo, procura no siempre creer al mismo. Intenta esclarecer qué ha pasado y, si no se ponen de acuerdo en contar la verdad, haz que ambos tengan consecuencias. Si saben que discutir tendrá repercusiones sobre los dos, se controlarán más e incluso terminarán por resolver sus diferencias ellos mismos.
Algunos Libros que te Pueden Ayudar
Existen libros educativos que ayudarán a comprender la situación a tu hijo mayor, y también orientarán a los pequeños de la casa para aprender a llevar una convivencia basada en compartir y respetar.
- «Cuando tengo celos» (también disponible en Amazon.com).
- «Crecer entre hermanos: los celos» (también disponible en Amazon.com).
- «Yo soy el mayor» (también disponible en Amazon.com).
- «Celos y Rivalidad entre Hermanos» (también disponible en Amazon.com).
- «¡Voy a tener un hermano!» (también disponible en Amazon.com).
Disfruta de tus Pequeños
Por mucho que crezcan siempre van a ser tus pequeños, y lo sabes. Así que sigue estos consejos para que tu convivencia con ellos sea lo más apacible posible. Eso sí, ten en cuenta que al fin y al cabo son niños, así que… ¡Paciencia!
¿Qué tal te han ido nuestros consejos? ¿Tienes alguna recomendación más que te gustaría añadir? ¿Alguna anécdota con tus pequeños que nos quieras contar? ¡Te escuchamos!