¿A Qué Denominamos Fruto Seco?
Un fruto seco es todo aquel fruto cuya composición contenga menos de un 50% de agua. Normalmente están contenidos en el interior de una cáscara dura. No entran dentro de la catalogación de “frutos secos” todos aquellos frutos deshidratados gracias a la acción humana, como las uvas pasas o los orejones, solo los que naturalmente son así.
Los frutos secos pueden ser muy beneficiosos para tu organismo si los incluyes en tu dieta cotidiana. Puedes tomarlos al natural, o añadirlos a tus guisos, desayunos, postres, ensaladas o cremas vegetales.
8 Beneficios que los Frutos Secos Aportarán a tu Organismo
Los frutos secos, como ahora veremos, tienen muchísimos beneficios para nuestro cuerpo, siendo capaces de prevenir enfermedades y ayudar a mantener sano nuestro organismo. A continuación encontrarás una lista detallada de todo lo que los frutos secos te aportarán si los consumes habitualmente.
Contienen ácidos grasos: Los frutos secos son ricos en grasas saludables, como las grasas insaturadas, los ácidos grasos oleicos y linoleicos, y los ácidos grasos omega-3. Todas estas grasas saludables, nos ayudan a equilibrar el colesterol en sangre, como veremos en el próximo punto.
Ayudan a combatir el colesterol: Los frutos secos reducen el colesterol LDL (“colesterol malo”) pero aumentan el HDL (“colesterol bueno”), protegiendo a nuestro corazón de enfermedades cardíacas y accidentes cardiovasculares.
Son antioxidantes: Los frutos secos son ricos en vitaminas C y E, conocidas por sus propiedades antioxidantes. Gracias a ellas, nos ayudan a combatir el envejecimiento celular y a luchar contra los radicales libres, responsables del desarrollo de cáncer y de enfermedades degenerativas.
Son una gran fuente de proteínas: Las proteínas contribuyen a acelerar el metabolismo, y son esenciales para la formación y la reparación del tejido muscular. Los frutos secos son ricos en ellas, siendo la almendra el fruto seco con mayor aporte de proteínas, con un 20%. Son ideales para las dietas vegetarianas y veganas, ya que suelen contener pocos productos ricos en proteínas.
Son una buena fuente de energía: Los frutos secos nos proporcionan un gran aporte de energía instantáneo. Por esta razón será recomendable tomarlos en la mañana, o cuando vayamos a hacer ejercicio físico. No están en absoluto recomendados para tomar en la cena ya que, como te comentábamos hace poco en este artículo, podrían aumentar considerablemente nuestro peso.
Son ricos en minerales: Los frutos secos son ricos en muchos minerales esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo, como son el calcio, el potasio, el hierro, el fósforo, el zinc, el magnesio, el cobre o el hierro.
Son ricos en fibra: Gracias a su alto contenido en fibra, los frutos secos contribuyen a la regulación del tránsito intestinal, combatiendo así el estreñimiento. Además, gracias a ella proporcionan un alto nivel de saciedad.
Son ricos en ácido fólico: El ácido fólico protege y fortalece nuestro sistema inmunológico. Además, es muy beneficioso para combatir el estrés, la fatiga y el síndrome premenstrual.
4 Recomendaciones a Tener en Cuenta Sobre los Frutos Secos
Pese a todos sus beneficios, también debemos de tener en cuenta que hay que tomar los frutos secos con moderación. Siguiendo estas recomendaciones, conseguirás aprovechar todos sus beneficios sin riesgos ni contraindicaciones:
Tómalos moderadamente: Los frutos secos son bastante calóricos, aproximadamente unas 700 calorías por cada 100 gramos consumidos. Es por esto que debemos moderar su consumo, siendo recomendable tomar cada día entre 5 y 10 frutos secos, dependiendo de su tamaño.
Tómalos sin sal: Los frutos secos salados contienen demasiada sal para nuestro organismo. Un exceso de sal podría provocar daños en los riñones o una sequedad de las mucosas.
Tómalos sin garrapiñar: De la misma manera que debemos evitar un exceso de sal, también debemos evitar un exceso de azúcares. Por tanto, los frutos secos garrapiñados también están completamente desaconsejados, ya que son excesivamente calóricos.
Evita los frutos secos tostados, fritos o saturados de aceite: no solo serán mucho más calóricos y altos en colesterol, sino que su contenido en nutrientes se encuentra muy empobrecido, por lo que sus beneficios son escasos. Por lo tanto, es recomendable tomar los frutos secos de la forma lo más natural posible.
Beneficios Específicos de Cada Fruto Seco
Después de haber visto en general los beneficios que nos aportan los frutos secos, veremos ahora con un poco más de detalle los beneficios de algunos de los frutos secos más recomendables.
Nueces: Las nueces tienen un alto contenido en proteínas, incluso más que la propia carne, lo que las hace imprescindibles en cualquier dieta vegetariana o vegana. Además, también son ricas en ácidos grasos omega-3, ideal para cuidar nuestro corazón, para combatir problemas de piel, la artritis y para prevenir ciertos tipos de cáncer.
Por otra parte, las nueces también son muy beneficiosas para el cerebro y el sistema nervioso, gracias a su capacidad relajante.
Almendras: Las almendras son uno de los frutos secos más ricos en fibra, por lo que favorecerán altamente a tu tránsito intestinal. Además contienen mucho calcio, así que serán ideales para fortalecer tus huesos, sobre todo si llevas una dieta vegana o con bajo contenido en productos lácteos. También contribuirá a las dietas vegetarianas y veganas su alto contenido en proteínas.
Por otra parte, las almendras tienen grandes propiedades antioxidantes, sobre todo si las consumimos con piel.
Cacahuetes: Los cacahuetes son muy ricos en ácido fólico, un tipo de vitamina B que contribuye en la formación y la reparación celular. Además, está altamente recomendado para las mujeres embarazadas, ya que previene ciertas enfermedades y deformidades congénitas del feto, e incluso puede prevenir los abortos en el primer trimestre de gestación.
Por otra parte, los cacahuetes tienen altos niveles de manganeso, un mineral que ayuda a metabolizar las grasas, absorber el calcio, y regular el azúcar en sangre.
Castañas: Las castañas son uno de los frutos secos con menor cantidad de grasas, gracias a su alto contenido en agua. Además, son ricas en vitamina C, por lo que tienen grandes propiedades antioxidantes.
Por otra parte, su alto contenido en calcio y fósforo protegerán nuestra salud dental y ósea.
Avellanas: Las avellanas son una excelente fuente de vitamina E, por lo que tienen grandes propiedades antioxidantes y antienvejecimiento. También contienen numerosas vitaminas del grupo B, que nos ayudan a fortalecer el sistema inmune y el sistema cardiovascular.
Anacardos: Los anacardos son especialmente ricos en ácidos grasos insaturados, lo que los convierte en un potente aliado para cuidar tanto nuestro sistema nervioso como nuestra piel.
Además, poseen altos niveles de vitaminas del grupo B, altamente beneficiosas para el corazón, el cerebro y los músculos, así como para ayudar a asimilar los hidratos de carbono.
Pistachos: Los pistachos son muy ricos en vitaminas A y B, y en proteínas y aceites vegetales, lo que los convierte en una gran fuente de energía. Además protegen especialmente el corazón, ya que disminuyen la absorción de colesterol.
¡Modérate y Disfruta!
Como acabas de ver, los frutos secos son un complemento ideal para nuestra dieta cotidiana, porque nos aportarán múltiples beneficios si los consumimos habitualmente. Eso sí, para no tener sorpresas inesperadas con la báscula, deberemos moderar su consumo e intentar tomarlos en su forma lo más natural posible.
¿Conoces algún beneficio más de los frutos secos, o te apetece comentarnos alguna estupenda receta que los incluya? ¡Te escuchamos!