pH Alcalino vs pH Ácido
El pH es el «hidrógeno potencial» de una solución acuosa, y puede ser más ácido o más alcalino. Si una solución es ácida, produce hidrógeno, mientras que si es alcalina, lo elimina; es decir, neutraliza los ácidos. El pH se mide en una escala de 0 a 14, donde 0 es lo más ácido, y 14 lo más alcalino. En el medio de esta tabla, en el 7, encontramos el tan conocido pH neutro, que equivale al agua pura.
El cuerpo humano también tiene un pH ideal, que debe ser ligeramente alcalino para conservar una buena salud. Esto es así porque si nuestro cuerpo es demasiado ácido, no va a recibir suficiente oxígeno para funcionar correctamente, para producir energía suficiente ni para reparar y desarrollar los tejidos celulares. Además, nuestro cuerpo, para intentar equilibrar ese pH alterado, consumirá vitaminas y minerales esenciales, por lo que muchos órganos y tejidos se verán privados de ellos.
Concretamente, el pH de nuestro cuerpo debería oscilar entre 7,35 y 7,45, que es el pH de la sangre. Los alimentos que tomamos también tienen su propio pH; algunos son más alcalinos y otros más ácidos. Es por eso que si llevamos una dieta desequilibrada y con abundancia de grasas e hidratos, nuestro pH podría ser más ácido de lo que debería ser. Esto ocasionará que nuestro cuerpo no pueda funcionar correctamente, ocasionando múltiples problemas de salud. La gravedad de ellos dependerá del nivel de acidez de tu cuerpo:
- Inflamación
- Dolor articular y muscular
- Artritis
- Hipertensión o pulso inestable
- Fatiga o debilidad
- Mareo, desorientación o confusión
- Pérdida de memoria o de concentración
- Insomnio
- Problemas respiratorios como sinusitis, asma, inflamación de las vías respiratorias o bronquitis
- Alteración de los sentidos
- Picazón de oído
- Dolores de cabeza y migrañas
- Anemia o deficiencia de vitaminas y minerales
- Problemas estomacales como acidez, diarrea, estreñimiento o gastritis
- Problemas menstruales
- Problemas e infecciones del tracto urinario
- Falta de deseo sexual o impotencia
- Debilitamiento del sistema inmunológico, con las consiguientes infecciones por virus, bacterias u hongos.
- Baja densidad ósea y osteoporosis
- Caída excesiva del cabello
- Alteraciones emocionales como irritabilidad, estrés, ansiedad, ataques de pánico o depresión
- Desarrollo de enfermedades autoinmunes
- Desarrollo de enfermedades mentales
- Desarrollo de leucemia u otros tipos de cáncer
Otras causas que originan un pH demasiado ácido en nuestro cuerpo pueden ser enfermedades autoinmunes, una acumulación excesiva de toxinas, padecer de estrés o ansiedad, e incluso estar expuestos a demasiada contaminación ambiental.
Para conocer el pH de tu cuerpo basta con hacer un sencillo análisis de sangre. Aunque son menos precisos, un análisis de orina o de saliva también pueden darnos indicadores del pH de nuestro cuerpo.
Si tu cuerpo tiene un pH demasiado ácido, no te preocupes. Llevando una dieta alcalina puedes ayudar a equilibrar el pH de tu cuerpo, conservando así una buena salud.
10 Beneficios de Llevar una Dieta Alcalina
Como te comentaba, los problemas de tener un pH demasiado ácido pueden ser muchos, y por eso es importante llevar una dieta lo más alcalina posible. Así, equilibraremos el pH de nuestro cuerpo, ganando con ello una gran cantidad de beneficios para nuestra salud:
Reduce el dolor y la inflamación: Manteniendo una dieta alcalina vamos a evitar la inflamación y el dolor articular y muscular, tanto si es local y ocasional, como si es crónico o está causado por alguna enfermedad autoinmune. Esto es porque muchos alimentos alcalinos son ricos en potasio y magnesio, minerales esenciales para prevenir y combatir la inflamación y el dolor.
Evita dolores de cabeza y de espalda: Además de la inflamación, una dieta alcalina nos ayuda a prevenir otros tipos de dolor, gracias a su gran aporte en vitaminas y minerales esenciales. Entre ellos, el dolor de cabeza y el de espalda son los más comunes.
Evita los problemas gastrointestinales: Un cuerpo demasiado ácido puede desequilibrar las enzimas necesarias para la digestión, provocando diversos problemas gastrointestinales como acidez, estreñimiento, diarrea o gastritis. Así pues, una dieta alcalina te ayudará a mejorar la digestión y prevenir este tipo de problemas.
Mejora la salud del corazón: Muchos alimentos alcalinos son ricos en polifenoles, unos compuestos naturales con potentes propiedades antiinflamatorias. Estos polifenoles ayudan a reducir la presión arterial alta y el colesterol LDL, ambos factores de riesgo para el desarrollo de problemas de corazón, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Estimula el sistema inmunológico: Un cuerpo con un pH demasiado ácido no es capaz de eliminar las toxinas correctamente, lo que puede conducir a una acumulación de patógenos, que debilite el sistema inmune. Además, una dieta alcalina ayuda a fortalecer y estimular el sistema inmunológico. Tener un sistema inmune fuerte será vital para prevenir y combatir posibles enfermedades e infecciones bacterianas, víricas y fúngicas.
Previene las deficiencias nutricionales: Un cuerpo ácido consumirá vitaminas y minerales esenciales para intentar regular el pH de la sangre, perjudicando así a otras partes del cuerpo que necesitan estos nutrientes esenciales para funcionar y desarrollarse correctamente. Además, los alimentos alcalinos están repletos de estos nutrientes esenciales, previniendo así cualquier tipo de deficiencia nutricional y el desarrollo de anemia.
Mejora la salud mental y emocional: Un pH demasiado ácido va a impedir que nuestros órganos, funcionen con normalidad, a causa de esa falta de nutrientes y de oxígeno. El cerebro, por supuesto, también es uno de estos órganos afectados. Es por eso que tener un pH ácido puede provocar diversos problemas emocionales como estrés, ansiedad, irritabilidad o depresión, y mentales como pérdidas de memoria, falta de concentración, confusión e incluso el desarrollo de algunas enfermedades mentales. Así pues, llevar una dieta alcalina te ayudará a tener un buen funcionamiento cerebral y prevenir todos estos problemas.
Protege tus riñones: Como te comentaba antes, una dieta alcalina ayuda a reducir la presión arterial alta. Ésta puede dañar seriamente los riñones al incrementar la tensión que tienen que soportar constantemente al filtrar la sangre, por lo que reducirla te ayudará a prevenir problemas renales. Además, las piedras en el riñón también están asociadas a un pH demasiado ácido, por lo que llevar una dieta alcalina también te ayudar a prevenirlas.
Previene el cáncer: Si nuestro pH es demasiado ácido, nuestras células no van a poder desarrollarse correctamente, siendo más probable que muten en células cancerosas. Es por eso que llevar una dieta alcalina nos ayudará a prevenir el cáncer.
Evita el envejecimiento prematuro: Un cuerpo demasiado ácido no puede reparar correctamente las células dañadas, y esto contribuye a un envejecimiento prematuro, haciendo que los signos de la edad aparezcan mucho antes, y de manera más marcada. Además, muchos alimentos alcalinos también son ricos en antioxidantes, que te ayudarán a combatir los radicales libres, responsables del envejecimiento celular.
¿Qué Alimentos Son Alcalinos?
Ahora que has visto todos los beneficios de llevar una dieta alcalina, seguro que te estás preguntando cuáles son los mejores alimentos para alcalinizar tu cuerpo. Aquí tienes una lista con los mejores alimentos para llevar una dieta alcalina:
- Verduras frescas, sobre todo las verduras de hoja verde.
- Frutas frescas. Evita las frutas en conserva, en almíbar o desecadas.
- Algas
- Frutos secos y semillas
- Especias y condimentos naturales
- Vinagre de manzana
- Agua mineral
Además, encontramos algunos alimentos ligeramente ácidos que conviene tomar por sus propiedades, pero con moderación para no alterar la alcalinidad de nuestro cuerpo:
- Carne y pescado
- Huevos
- Cereales
- Pastas
- Legumbres
- Lácteos
Además, procura evitar estos otros alimentos, ya que son muy acidificantes y podrían afectar a la alcalinidad de tu cuerpo:
Sal: Intenta llevar una dieta baja en sodio. Puedes sustituirla por especias.
Azúcar: Evita a toda costa el azúcar refinado, y todos los productos que lo contengan, como bollería industrial, los refrescos y los zumos concentrados. Puedes sustituirlo por miel o stevia. Evita también los edulcorantes artificiales y los productos que los contengan.
Fritos: Las frituras aportan muchas grasas saturadas, altamente acidificantes. Procura tomar los alimentos frescos, o cocinarlos hervidos, asados o a la plancha.
Platos precocinados: Los platos precocinados y la comida rápida en general están repletos de grasas saturadas y aditivos artificiales muy acidificantes y perjudiciales para nuestro organismo.
Alcohol: El alcohol es muy ácido, por lo que no se recomienda su consumo.
¡Alcalinízate!
Ya has visto la importancia de mantener un pH alcalino para conservar un buen estado de salud, tanto física como mental.
No es complicado llevar una dieta alcalina, si te has fijado simplemente consta de mantener una dieta sana y equilibrada, primando el consumo de frutas y verduras, moderando el consumo de proteínas y lácteos, y evitando por completo las grasas saturadas, los azúcares y las comidas rápidas o precocinadas. Como siempre, optar por lo natural es la clave para mantener una buena salud.
¿Y tú, te animas a alcalinizarte?