El Corazón: El Órgano Más Importante
El corazón es el órgano más importante de nuestro cuerpo porque bombea regularmente la sangre alrededor de todo nuestro cuerpo para aportar a cada órgano el oxígeno y nutrientes que necesitan. Si él se detiene, todo se acaba. Por eso es esencial cuidarlo adecuadamente para que su funcionamiento sea el correcto.
Salvo casos extremos, como problemas congénitos o enfermedades cardíacas, cuidar nuestro corazón está tan solo en nuestra mano. Llevar un estilo de vida saludable y activo es la base para que el corazón y todo nuestro cuerpo se mantengan sanos y funcionen correctamente.
También nuestra dieta va a ser esencial para definir el estado de nuestro corazón. Evitar la comida rápida o comida basura y aumentar nuestro consumo de frutas, verduras y alimentos naturales y saludables será primordial para reducir el riesgo de sufrir problemas de corazón.
15 Consejos que te Ayudarán a Cuidar tu Corazón
Como te comentaba cuidar de nuestro corazón, básicamente, consiste en llevar un estilo de vida natural y activo, y consumir una dieta variada y equilibrada. Para orientarte en este propósito, a continuación te vamos a dar los mejores consejos para preservar la salud de tu corazón.
Además de seguir estos consejos siempre es recomendable acudir al médico para hacerse chequeos periódicos (al menos uno al año) para controlar nuestra salud y cuidar, no solo de nuestro corazón, sino de todo nuestro cuerpo.
Controla el colesterol y los triglicéridos: Tener exceso de colesterol y triglicéridos puede ser muy perjudicial para nuestra salud cardíaca. Evitar las comidas excesivamente grasas, la comida basura y la comida precocinada es la clave para cuidar de nuestro corazón. Opta mejor por una dieta rica en frutas y verduras, y carnes magras. Controla también la ingestión de hidratos de carbono, intenta comer más proteínas magras que carbohidratos.
Evita las grasas saturadas: Las grasas saturadas son las culpables del aumento del colesterol y los triglicéridos. Como te comentaba en el punto anterior, es importante evitar ciertos tipos de comida, pero también va a ser esencial cuidar la preparación de la comida, aunque sean productos naturales. Evita freír la comida y en su lugar cocina al vapor o a la plancha. También es recomendable evitar las carnes grasas y sustituirlas por carnes magras como la carne de ave de corral, el conejo, la ternera o algunas partes del cerdo como el lomo.
Controla la presión arterial: La presión arterial alta es muy perjudicial para nuestra salud cardíaca. Por nuestro corazón está pasando la sangre constantemente, y si éste tiene que soportar una tensión demasiado elevada puede resentirse e incluso dañarse, pudiendo provocar enfermedades cardiovasculares e incluso un ataque cardíaco. Así pues, es importante tomarse la tensión regularmente y combatir la presión arterial alta para reducirla hasta unos niveles normales.
Mantente en tu peso ideal: Padecer obesidad aumenta peligrosamente el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y ataques cardíacos. La acumulación de grasa en el cuerpo, sobre todo en la zona abdominal, puede ser muy peligroso para nuestro corazón y para nuestra salud en general. Por eso es importante seguir una dieta sana y equilibrada y mantenerte en tu peso ideal.
Evita el azúcar refinado: El azúcar blanco o refinado es una de las causas del aumento del sobrepeso y la obesidad en gran parte de la población que, como te comentaba, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades y problemas cardíacos. Lo podemos encontrar en una gran cantidad de comidas precocinadas, bollería industrial y bebidas azucaradas, por lo que es recomendable evitarlas por completo. También es importante optar por sustituirlo por edulcorantes naturales, como la stevia, la miel, el azúcar de caña, coco o abedul, o jarabes como el de arce o el de agave.
Reduce tu consumo de sal: Tomar demasiada sal es una de las principales razones del aumento de la presión arterial. Por eso, consumir demasiada sal puede ser muy perjudicial para tu corazón. La cantidad de sal diaria recomendada para un adulto es de 6 gramos (1 cucharadita). Para no exceder este límite es importante que evites las comidas precocinadas y cocines tú mismo para controlar las cantidades de sal que ingieres. También evita productos sazonados o en conserva. Puedes usar especias para darle un toque a tus comidas sin necesidad de usar tanta cantidad de sal.
Aumenta el consumo de ácidos grasos omega-3: Los ácidos grasos omega-3 son extremadamente beneficiosos para conservar la salud de nuestro corazón. Por eso es recomendable aumentar el consumo de productos que los contienen. Entre los alimentos más ricos en ácidos grasos omega-3 encontramos el pescado azul, el marisco y los moluscos, algunas verduras como el kale, las espinacas y el brócoli, el aceite de oliva, los frutos secos, las semillas, el aguacate y el perejil.
Come más frutas y verduras: Las frutas y verduras contienen una gran cantidad de nutrientes esenciales para el funcionamiento del corazón y de todo nuestro cuerpo en general. Además, tomar una dieta sana y equilibrada rica en frutas y verduras va a contribuir a reducir factores de riesgo para nuestro corazón como la obesidad y los niveles altos de colesterol y triglicéridos.
Toma más fibra: La fibra es un compuesto muy beneficioso para reducir los niveles de colesterol y de presión arterial, por lo que consumirla te ayudará a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Además, la fibra contribuye a que te sientas saciado durante más tiempo, lo que te ayudará a evitar el hambre y combatir la obesidad. Puedes encontrar muchos alimentos ricos en fibra como frutas, verduras, cereales, legumbres, frutos secos, semillas y alimentos integrales.
Toma alimentos antioxidantes: Los antioxidantes ayudan a proteger los vasos sanguíneos y a reducir la presión sanguínea, cuidando así de nuestro corazón. Además, los antioxidantes combaten los radicales libres, responsables del deterioro celular que puede provocar a largo plazo problemas cardiovasculares. Por eso es recomendable consumir alimentos con propiedades antioxidantes como frutos rojos, tomates, papayas, naranjas, manzanas, zanahorias, té verde, brócoli, alcachofas, patatas, frutos secos, ajo, chocolate negro, legumbres y productos lácteos.
Consume alimentos ricos en potasio: El potasio funciona como un vasodilatador natural, por lo que te ayudará a disminuir la presión arterial y a mejorar la circulación sanguínea, cuidando así la salud de tu corazón. Algunos de los alimentos más ricos en potasio son las acelgas, chirimoyas, espinacas, cardos, patatas, brócoli, coles, aguacates, plátanos, especias, cacao puro, legumbres, frutos secos o frutas deshidratadas.
Evita el tabaco y el alcohol: El exceso de alcohol y de tabaco pueden resultar muy perjudiciales para nuestra salud en general. Nuestro corazón también se verá afectado por estas sustancias, ya que pueden alterar peligrosamente nuestra frecuencia cardíaca, dañando así el corazón. Además, concretamente el tabaco también puede endurecer las paredes de los vasos sanguíneos, aumentando la presión arterial y dificultando la circulación sanguínea, e impidiendo así que el oxígeno llegue de manera normal a todos los órganos de nuestro cuerpo, incluido el corazón, para que funcionen correctamente.
Reduce el estrés y la ansiedad: Los estados prolongados de estrés, ansiedad o depresión pueden alterar el ritmo cardíaco, aumentando el riesgo de sufrir problemas cardíacos a largo plazo. Por eso es importante intentar evitar estos estados y combatirlos cuando aparecen. Intenta tomarte la vida con más calma, encuentra tiempo para ti y relájate. También puedes probar a pasear, realizar ejercicio o practicar actividades de relajación como el yoga, la meditación o el mindfulness.
Practica ejercicio: Practicar ejercicio ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y a mejorar la circulación, reduciendo así la presión arterial. Además, gracias a la actividad física también conseguirás mantenerte en tu peso ideal y disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos. Es por eso que hacer ejercicio regularmente es tan beneficioso para nuestro corazón.
Duerme suficiente: Dormir no solo nos ayuda a sentirnos descansados a la mañana siguiente, sino que nuestro cuerpo aprovecha estas horas de sueño para reparar células y tejidos. Si no dormirmos correctamente es posible que nuestro cuerpo no pueda reparar estos daños, perjudicando así a nuestro corazón. Además, dormir poco suele venir acompañado de la ingesta de bebidas estimulantes para mantenerse despierto, cosa que aumenta la frecuencia cardíaca excesivamente y podría provocar problemas cardiovasculares a largo plazo.
¡Cuida de tu Corazón!
Son muchas las cosas que podemos hacer para cuidar de nuestro corazón y nuestra salud en general. Recuerda que no debes esperar a «tener un susto» para empezar a cuidarte, puedes empezar desde ya mismo. Tan solo deberás prestar atención al estilo de vida que estás llevando, procurando mantenerte activo y tomar una dieta sana y equilibrada, lo más natural posible. Así que no lo pienses más, ¡y actúa ya!
¿Conoces algún otro consejo para cuidar la salud de nuestro corazón? ¡Te escuchamos!