¿Es Malo Perder Peso?
Siempre hablamos de lo beneficioso que es mantenernos en nuestro peso ideal, y adelgazar si padecemos sobrepeso u obesidad. Pero esta pérdida de peso tiene que ser una pérdida sana y controlada siempre por un médico o un profesional en nutrición.
Sin embargo, ¿qué pasa si de repente advertimos que estamos perdiendo peso sin haber cambiado significativamente nuestros hábitos alimentarios ni nuestro estilo de vida? Aunque quieras adelgazar, advertir una pérdida de peso «sin explicación» debería preocuparte, ya que existen diversos problemas de salud que podrían estar provocándola, y que será importante tratar. Así pues, si empiezas a perder peso analiza primero si has cambiado tu alimentación o si ahora estás haciendo más ejercicio que antes. Y si no es así, entonces puede ser que esta pérdida de peso esconda detrás un problema de salud.
Eso sí, no te alarmes por alguna pérdida de un par de kilos. La retención de líquidos, los cambios hormonales, los trastornos digestivos y muchos otros factores pueden influir en nuestro peso, haciéndolo fluctuar ligeramente. Sin embargo, si empiezas a advertir un adelgazamiento significativo en poco tiempo, es posible que pueda deberse a algún problema mayor.
12 Problemas de Salud que te Hacen Perder Peso
Existen diversos problemas de salud, algunos más graves que otros, que pueden contribuir a una pérdida significativa de peso. Por eso, si adviertes un adelgazamiento en poco tiempo, sin haber cambiado tus hábitos alimentarios ni tu estilo de vida, acude rápidamente a tu médico.
Diabetes: Una de las razones por las que podrías perder peso sin explicación aparente, es la diabetes. La diabetes puede provocar micciones frecuentes, que pueden contribuir a una pérdida de peso. Además, a causa de la diabetes el cuerpo puede ser incapaz de absorber las calorías del azúcar en sangre, produciendo también una pérdida de peso. También puedes experimentar otros síntomas como sed excesiva, hambre intensa, fatiga, problemas de cicatrización de heridas o sensación de hormigueo en manos y pies.
Hipertiroidismo: La tiroides es una glándula que controla nuestro metabolismo, es decir, los procesos químicos que se producen en nuestro cuerpo para que éste funcione. Una alteración en la tiroides puede acelerar o ralentizar nuestro metabolismo, provocándonos diversos problemas de salud. Si la tiroides se acelera podemos desarrollar hipertiroidismo, y uno de sus síntomas es precisamente una pérdida de peso rápida sin una explicación aparente. Puedes presentar otros síntomas como aceleración de ritmo cardíaco, exceso de sudoración, sofocos, ataques de pánico, cambios de humor, ojos saltones, debilidad muscular o fatiga.
Úlcera de estómago: La pérdida de peso es un síntoma común de las úlceras de estómago, ya que éstas causan una pérdida de apetito. Otros síntomas que puedes experimentar si sufres una úlcera de estómago son dolor abdominal, náuseas y vómitos, lo que todavía contribuye más a la pérdida de apetito y, en consecuencia, al adelgazamiento.
Infección de parásitos: Una infección de parásitos en tu estómago o intestino también puede conducir a una pérdida de peso «inexplicable». Dependiendo del tipo de parásito que sea, pueden directamente alimentarse de tu propio cuerpo, o alimentarse de los nutrientes que ingieres. En cualquiera de los dos casos, la pérdida de peso será significativa en poco tiempo. Además de este adelgazamiento, otros síntomas que puedes experimentar a causa de una infección de parásitos son dolor abdominal, diarrea, falta de energía y deficiencias nutricionales.
Depresión: La depresión conlleva una alteración del estado de ánimo que conduce a sentimientos de tristeza, desesperanza, ira o frustración, algo que puede afectar directamente al apetito. A causa de esta disminución del apetito, es normal advertir una pérdida de peso significativa. Además también es importante remarcar que la depresión puede estar causada por la carencia de algunos nutrientes esenciales, por lo que en este caso no solo se estaría perdiendo peso sino también nutrientes, provocando así una anemia.
Cáncer: El crecimiento descontrolado de las células cancerígenas pueden acelerar el metabolismo, provocando así una pérdida de peso significativa. Hay muchos tipos de cáncer que pueden provocar esta pérdida de peso «inexplicable», como el cáncer de estómago, el gastrointestinal, el pulmonar, de páncreas, de próstata, de ovario y la leucemia. Por eso es tan importante acudir al médico si adviertes una pérdida de peso significativa, porque combatir estas enfermedades a tiempo puede ser de vital importancia para poder vencer el cáncer.
Enfermedad de Crohn: La enfermedad de Crohn causa una inflamación del revestimento del tracto digestivo, provocando no solo una falta de apetito y problemas gastrointestinales, sino también una mala absorción de los nutrientes que ingerimos. Esta combinación de síntomas hará que la pérdida de peso sea muy significativa si padeces esta enfermedad, además de suponer un riesgo de anemia.
Tuberculosis: La tuberculosis es una enfermedad infecciosa bacteriana que afecta a los pulmones y a otras partes del cuerpo como el sistema digestivo, el nervioso, el reproductivo, los ganglios linfáticos o los huesos. Uno de sus primeros síntomas es la pérdida del apetito y una pérdida de peso inesperada. Entre sus demás síntomas encontramos tos persistente, fatiga, fiebre, sudores nocturnos y problemas en los órganos afectados por la enfermedad.
Alzheimer: La pérdida de peso acelerada y sin explicación aparente puede ser uno de los primeros síntomas del alzheimer. Normalmente esta pérdida de peso viene asociada a la pérdida de iniciativa y voluntad que sufren los enfermos de alzheimer en los primeros estadios de la enfermedad. Es importante vigilar estos comportamientos para evitar una desnutrición en el enfermo.
Enfermedad celíaca: La celiaquía o enfermedad celíaca es un trastorno autoinmune que provoca una inflamación intestinal si se ingieren alimentos con gluten. Sin embargo, esta enfermedad al principio no es fácil de detectar porque sus síntomas a menudo son infravalorados y achacados a algún trastorno digestivo normal. Entre sus síntomas más comunes se encuentran la falta de apetito, náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal, y la consecuente pérdida de peso que conllevan. Además, otros síntomas de esta enfermedad pueden ser una pérdida de masa muscular, retrasos en el crecimiento de los niños, anemia ferropénica (déficit de hierro) y alteraciones en el estado de ánimo.
VIH: El VIH es un virus que destruye nuestro sistema inmunológico. Si no se controla a tiempo y lo destruye por completo se desarrolla el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Este virus provoca, entre otros síntomas, una pérdida de apetito y de peso, ligada a otros problemas que pueden contribuir a ello como diarrea, vómitos, náuseas y dolor de garganta. Otros síntomas que produce el VIH son fiebre, dolor muscular, fatiga, erupciones cutánteas y sudores nocturnos.
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica: Uno de los primeros síntomas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una pérdida de apetito y, en consecuencia, de peso significativa. En los casos más graves se produce una caquexia pulmonar, es decir, el paciente experimenta una gran pérdida de peso. Otros síntomas pueden ser la dificultad para respirar y fatiga.
Vigila tu Peso y tu Salud
Como has podido ver, perder peso no siempre es algo de lo que alegrarse. Debemos tener muy presente qué estamos haciendo para adelgazar, y comprobar que esta pérdida de peso no se debe a algún problema subyacente.
Si has notado una pérdida de peso sin explicación o si la estás notando en algún familiar o amigo, no lo ignores porque podría ser un síntoma de que algo no va bien. Ante cualquier duda, como siempre, acude a un médico para que haga las pruebas pertinentes para efectuar un diagnóstico, y combatir así rápidamente la enfermedad en el caso de que la hubiera.
¿Conoces alguna dolencia más que implique una pérdida de peso «inexplicable»? ¿Te ha ocurrido alguna vez? ¡Déjanos un comentario!