¿Por qué deja manchas el sudor?
La transpiración es un mecanismo natural del cuerpo por el cual se regula la temperatura corporal. En sí, el sudor no deja manchas ya que se compone de agua, minerales y otras sustancias orgánicas, pero la utilización de desodorantes y antitranspirantes, hace que se produzca una reacción entre las sales minerales del sudor y las que contienen los antitranspirantes, produciendo como resultado la aparición de manchas antiestéticas amarillas en la zona de las axilas.
Una gran mayoría de los productos antitranspirantes que podemos encontrar en el mercado tienen en su composición compuestos de aluminio que están destinados a reducir la humedad y son los que en combinación con el sudor, producen la aparición de estas manchas.
Las prendas blancas y las de colores claros son las que son más susceptibles de aparición de este tipo de manchas, y suele ser la zona de las axilas las partes más afectadas.
Aunque puedes encontrar en el mercado gran cantidad de quitamanchas y productos como la lejía que pueden ser efectivas con estas amarillas o parduzcas que se forman como consecuencia del sudor, hoy te traigo una combinación con productos más naturales como el zumo de limón, el bicarbonato de sodio y el agua oxigenada que te ayudarán a hacerlas desaparecer.
¿Cómo puedo quitar las manchas de desodorante?
El bicarbonato de sodio es muy eficaz para acabar con las manchas de desodorante que lleven mucho tiempo impregnadas en la ropa, además de eliminar el posible olor que haya podido quedar en esa parte del tejido. Su utilización junto al agua oxigenada y el zumo de limón conseguirá hacer desaparecer la mancha más incrustada y atenuar las que sean más oscuras, ayudando además a eliminar la acumulación de bacterias que se generan con la sudoración.
Por otra parte, el jabón para lavar la vajilla te ayudará a eliminar los compuestos grasientos que pueden dejar el desodorante y que se quedan adheridos a tu ropa.
¿Qué necesito?
- 1 litro de agua caliente.
- 2 cucharadas de bicarbonato sódico.
- 2 cucharadas de agua oxigenada.
- El zumo de 1 limón.
- 1 cucharada de jabón para lavar la vajilla.
- 1 barreño.
- 1 cepillo de dientes que ya no utilices.
¿Qué tengo que hacer?
En primer lugar, pon el agua caliente en el barreño y añade el zumo de limón, removiendo bien para que se mezclen.
A continuación, mete la prenda en el barreño y deja en remojo durante media hora, para que la mancha se ablande.
Mientras tanto, mezcla el bicarbonato sódico, el agua oxigenada y el jabón para lavar la vajilla en un cuenco pequeño y remueve bien para que se forme una especie de pasta homogénea.
Saca la prenda del barreño y escurre bien para que la prenda no gotee.
Ahora, tienes que ponerla en una superficie plana (opcionalmente puedes hacerlo sobre una toalla o tela para no mojar la superficie donde la vayas a poner) y extiende la pasta del bicarbonato sobre la zona donde estén las manchas, ayudándote del cepillo de dientes para dejarlas bien cubiertas.
Deja actuar la pasta durante una hora para facilitar su desaparición, y pasado este tiempo frota la zona con las manos o con la ayuda del cepillo de dientes si la mancha está demasiado incrustada o lleva mucho tiempo en la ropa, hasta que desaparezca lo más posible.
Si ves que la mancha es muy rebelde y no sale, puedes repetir este segundo paso dejando más tiempo la ropa con la pasta que has realizado de bicarbonato, limón, agua oxigenada y jabón de lavar los platos.
A continuación, lava la prenda en la lavadora como lo hagas habitualmente, en un ciclo normal, para que la mancha termine de desaparecer.
Tiende luego la ropa preferiblemente al sol para que la prenda recupere su blancura y si no es posible, en el lugar donde lo hagas habitualmente.