Cuida la Piel de tu Cuerpo con esta Crema Exfoliante Casera

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Para mantener la piel suave y liberarla de las células muertas que la dejan opaca y sin tono, es bueno exfoliar la piel de tu cuerpo al menos una vez a la semana.

Aunque los exfoliantes corporales que puedes encontrar en el mercado te prometen maravillas, no te hablan de los químicos que contienen y que pueden ser dañinos para la salud, y tampoco mencionan la cantidad de fragmentos pequeños de plástico que contaminan el medio ambiente y que pueden acabar en nuestros mares y océanos.

Por eso, hoy te propongo realizar tu propio gel exfoliante para el cuerpo con ingredientes naturales que te van a ayudar a ti y a tu entorno. ¡No te lo pierdas porque te va a encantar!.

¿Por qué es necesario exfoliar la piel del cuerpo?

La piel del cuerpo puede estar suave, firme, lisa y con una textura uniforme, pero ese estado ideal, no siempre se consigue de forma espontánea. De hecho, es probable que en la mayoría de las ocasiones tu piel aparece apagada, rugosa o con falta de tono, y eso hace que sientas deseos de esconderla y no mostrarla tapándola con prendas de vestir que no dejen verla.

La piel está formada por varias capas, siendo la más externa la que cumple las funciones de mantenimiento de la humedad en la piel y defensa ante la gran variedad de agentes externos que pueden atacarla, por lo que es vital mantenerla equilibrada para evitar la deshidratación y la irritación.

Además, si esa capa acumula demasiadas células muertas que no se desprenden de forma natural ya sea por un exceso de grasa, por envejecimiento o por otro tipo de desequilibrios, la piel puede aparecer rugosa y con un aspecto opaco y desvitalizado.

Al utilizar una exfoliante corporal, lo que haces es limpiar esa capa de la piel en profundidad, al mismo tiempo que activas la circulación, favoreces la síntesis de colágeno y eliminas esas células muertas y toxinas que roban la vitalidad de tu piel, mejorando así la capacidad de recibir y absorber el resto de tratamientos que quieras aplicar sobre tu piel.

Puedes encontrar un montón de productos destinados a exfoliar la piel de tu cuerpo en el mercado, pero es importante que la fórmula que utilices sea la más adecuada a tu tipo de piel y que esté elaborada con ingredientes de calidad y orgánicos. Por eso, puedes optar por hacer tu propia exfoliante corporal que respete la barrera natural de tu piel y no afecte a sus funciones principales de defensa y protección, sin detergentes ni perfumes que la puedan alterar y que suelen estar en los productos que puedas adquirir en el mercado.

¿Cómo puedo hacer mi propia exfoliante corporal?

Esta crema exfoliante es estupenda para las pieles secas, sensibles o que estén irritadas. También te puede resultar de gran utilidad si tu piel ha estado demasiado expuesta a los rayos solares, porque como lleva avena molida te puede ayudar a calmarla y repararla. Gracias a su aroma a lavanda, te ayudará a relajarte y a experimentar una sensación de bienestar, por lo que utilizarla puede ser todo un placer para tus sentidos.

¿Qué necesito?

  • 1 taza de harina de avena o de copos de avena molidos.
  • 1/2 taza de azúcar moreno
  • 4 cucharadas de aceite de almendras dulces
  • 3 gotas de aceite esencial de lavanda
  • Agua templada.


Si tienes copos de avena, coge un molinillo de café y muele los copos hasta que queden bien finos, casi como una harina.

Ahora pon la harina en un cuenco y añade el azúcar moreno y las gotas de aceite de almendras, al mismo tiempo que remueves bien para que se integre todo perfectamente.

Una vez que esté todo bien mezclado, añade las gotas de aceite esencial de lavanda removiendo hasta que se quede una mezcla homogénea.

Cuando lo vayas a aplicar, puedes hacerlo en la ducha o bañera, con la piel húmeda, cogiendo un poco de la mezcla con tu mano y extendiendola por tu piel con suaves movimientos circulares y ascendentes para retirar bien las células muertas.

Recuerda insistir sobre las zonas más rugosas como pueden ser los codos, las rodillas o los talones.

Masajea cuidadosamente tu cuerpo durante uno o dos minutos, y aclara luego los restos de la crema con abundante agua tibia.

Después, tienes que secar tu piel cuidadosamente con una toalla de algodón, y a continuación, puedes aplicarte tu crema hidratante habitual.

Puedes exfoliar la piel de tu cuerpo una vez a la semana para conseguir activar la circulación de la sangre y dejarla libre de impurezas, y poco a poco notarás cómo tu piel queda fresca y renovada.