1. ¿Cómo es tu fiebre?
En el caso de la gripe, aparece un cuadro de fiebre alta, y la temperatura puede llegar a pasar de 38º C. En los casos de resfriado, puede aparecer fiebre, pero suele ser más baja.
2. ¿Sientes algún tipo de dolor?
Si se trata de una gripe, es habitual que la fiebre se acompañe de dolor muscular intenso, sobre todo en las piernas y en la espalda.
3. ¿Cómo te sientes?
Si además de congestión y mucosidad, te sientes cansado, debilitado y sufres malestar general, es probable que tengas gripe.
Es conveniente que además sepas que el virus que provoca la gripe es específico cada año, por eso existen las campañas de vacunación de gripe en pacientes de riesgo todos los años en octubre. La diferencia con el resfriado es que éste puede ser provocado por múltiples virus que no mutan cada año y que son, por tanto, menos peligrosos.
¿Cuál es tu consejo?
Ya sabes en qué tres cosas tienes que fijarte para aprender a distinguirlos y poder aplicar antes el tratamiento más adecuado.
Espero tus comentarios.
