Realiza un cepillado suave
Realiza un cepillado suave, ya que si te cepillas con mucha fuerza, puedes perjudicar la encía y el esmalte dental.
Además, el cepillado con un cepillo de cerdas duras o demasiado brusco, puede favorecer la retracción en las encías.
Es preferible realizar un cepillado suave pero intenso, y con un cepillo de cerdas de dureza media.
No te cepilles justo después de comer
No te cepilles justo después de comer, sobre todo si has tomado alimentos ácidos.
Debes esperar unos 15 minutos, que es el tiempo en el que el ácido está reaccionando sobre los dientes.
De esta forma evitas arrastrar el esmalte.
Otro truquillo, es beber un vaso de leche sin azúcar antes de lavarte los dientes, porque neutralizarás la acidez.
Utiliza enjuagues sólo si son necesarios
Utiliza enjuagues sólo si son necesarios, ya que algunos tienen mucho alcohol, y recurre a ellos sólo cuando haya síntomas de infección.
Utiliza seda dental
Acostúmbrate a utilizar seda dental a diario, ya que ayuda a retirar el sarro que se acumula entre los dientes.
Masca chicle sin azúcar después de una comida
Mascar chicle sin azúcar después de una comida, sobre todo si no puedes realizar tu cepillado, para estimular la secreción de saliva.
Además, los chicles que contienen xilitol, ayudan a reducir la presencia de las bacterias en la boca.
Pero no debes mascar más de dos o tres al día, ya que puedes irritar tus encías.
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Seguro que te han parecido sencillos de poner en práctica , y quizás, te gustaría añadir alguno más.
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