El calor es bueno… en su justa medida
Con la estación estival, llega el deseo de muchos de pasar tiempo al aire libre, de disfrutar de las terrazas, los viajes, las piscinas o la playa, entre otros. Pero aunque los efectos del sol y el calor en pequeñas dosis son positivos para el organismo para recargar pilas y hacer acopio de buenas dosis de buen humor, en algunas ocasiones, sobre todo cuando las altas temperaturas se instalan durante demasiados días seguidos, pueden causar efectos no tan deseables tanto en el organismo como en el estado de ánimo.
Seguro que en más de una ocasión has oído hablar de la conveniencia de no realizar actividades que requieran gran esfuerzo físico a las horas centrales del día, cuando el calor aprieta más, para no exponer a tu organismo al peligro de sufrir las consecuencias de las altas temperaturas. Pero hay otros inconvenientes ligados al calor extremo de los que quizás no has oído hablar tanto y te conviene conocer, sobre todo para identificarlos si aparecen y para poner los medios necesarios para no sufrir sus consecuencias.
Tienes que saber que estar expuestos a temperaturas elevadas durante varios días seguidos, como cuando aparece un ola de calor, puede afectar a tu organismo tanto física como psicológicamente, por lo que debes estar atento y poner remedio cuanto antes.
8 Consecuencias del calor excesivo en tu organismo
1. Insomnio y fatiga
Cuando tu cuerpo está expuesto a un calor excesivo durante la noche, tu ciclo de sueño puede verse alterado impidiendo que descanses como necesitas.
Aunque abras la ventana de par en par o duermas a la intemperie, si las temperaturas no disminuyen lo suficiente, es posible que sufras una mayor intensidad respiratoria y cardíaca que hagan que te despiertes más veces de lo habitual y sea difícil conciliar el sueño. Por este motivo, tu cerebro no puede completar las acciones y ciclos que necesita realizar durante la noche y ese mal descanso se traducirá en consecuencias durante el día.
El hecho de no poder descansar de forma conveniente durante la noche, se traduce en la aparición de fatiga durante el día, además de empeorar tu rendimiento cognitivo, es decir, te costará más realizar las tareas porque tu cerebro se encuentra en una especie de letargo debido a que no ha descansado lo suficiente.
Ya te he hablado en otra ocasión de los consejos que puedes poner en práctica para dormir en verano, como darte una ducha tibia antes de ir a la cama, dormir con pijama de algodón, utilizar los ventiladores y el aire acondicionado de forma adecuada o incluso hacer una pequeña siesta para no llegar tan cansado a la noche. Pero también puedes recurrir a alguna infusión de plantas naturales, como la pasiflora, la lavanda o la tila para ayudarte a conciliar el sueño.
2. Confusión y pérdida de memoria
El exceso de calor puede provocar que tus impulsos nerviosos no se propaguen con la facilidad que lo harían en circunstancias normales, por lo que podrías sufrir un cuadro de confusión mental.
Si a esta menor velocidad de propagación de los impulsos nerviosos le sumamos la circunstancia de que la contracción de los músculos genera un mayor calor corporal, obtenemos que el cerebro recibe antes señales de fatiga que te producen esa sensación de cansancio y falta de ganas que suele aparecer durante la época de verano cuando las temperaturas se mantienen demasiado elevadas durante varios días.
Si además de no poder descansar adecuadamente, no te encuentras suficientemente hidratado, es más fácil que el agotamiento mental haga mella en ti rápidamente. Para que veas la importancia de hidratarte bien cuando hace calor, si tu cuerpo pierde una cantidad de líquido equivalente al 2% de tu peso corporal puedes sufrir una pérdida de memoria a corto plazo. Recuerda que además de beber agua, que es lo mejor, puedes recurrir a zumos de frutas naturales y sopas frías de verduras y hortalizas como el gazpacho, por ejemplo.
3. Estado de ánimo bajo y cambios de humor
Cuando has descansado bien te levantas de buen humor y con ganas de hacer o incluso de cambiar cosas. Cuando el calor aprieta y no te permite dormir y descansar como necesitas, lo más seguro es que aparezcan sentimientos poco deseables caracterizados por un bajo estado de ánimo, con poco humor y con aparición de irritabilidad en algunos momentos.
Para afrontar esta situación y poder superar este estado negativo es muy recomendable que estimules una actitud positiva. En lugar de expresar el calor que hace o la incomodidad que te genera el calor, intenta pensar en positivo, pensando por ejemplo en lo bien que te sentará bañarte más a menudo en la playa o piscina o en su defecto, lo bien que te sentará una ducha fresquita en casa.
También es importante que trates de relajarte mediante ejercicios de respiración profunda o bien, practicando el mindfulness, para lograr sus beneficios y no caer en la ansiedad.
4. Aumento de los dolores de cabeza
Si eres propenso a sufrir migrañas o cefaleas, el calor puede empeorar esta situación, dado que los cambios en la temperatura corporal pueden alterar tu ritmo biológico y bajar la tensión para evitar que con el calor se produzcan otras consecuencias.
Esta bajada de tensión es una de las responsables del aumento de los dolores de cabeza, y en este caso, mantenerte bien hidratado puede hacer que estos episodios no aparezcan con tanta frecuencia.
5. Aparición de daño muscular y circulatorio
Cuando la temperatura es elevada, el sistema termo-regulador de tu organismo se pone en marcha para disipar el «calor sobrante» del cuerpo, generalmente mediante la sudoración. Cuando pierdes demasiado líquido, puedes sufrir un funcionamiento anormal del sistema nervioso central que se puede manifestar en forma de calambres por falta de agua y sales, además de problemas circulatorios y daños musculares.
Para evitar esto, además de beber el agua que tu organismo necesita, recuerda que no debes realizar esfuerzos físicos ni deporte al aire libre en las horas centrales del día, que es cuando más calor suele hacer. No obstante, en caso de realizar algún esfuerzo físico, para en el momento en el que sientas debilidad y ponte en un lugar fresco.
6. Posibilidad de sufrir un Golpe de calor
Esta es una de las consecuencias más graves que puedes sufrir con el calor excesivo. Un golpe de calor se produce cuando la capacidad de regularse de tu cuerpo falla y la temperatura de tu cuerpo se eleva en torno a los 40 grados. Aunque ya te he hablado en otro artículo las causas por las que se puede producir y qué puedes hacer en caso de encontrarte frente a un episodio de este tipo, recuerda que es importante dejar la actividad que estás haciendo y ponerte de inmediato en un lugar fresco y a la sombra, al tiempo que debes ir ingiriendo líquido poco a poco hasta conseguir bajar la temperatura del cuerpo.
Recuerda que un golpe de calor, sobre todo si se da en niños o en personas mayores, requiere de la atención médica adecuada.
7. Agravamiento de problemas respiratorios
Con el calor se produce una mayor sequedad ambiental, y si padeces de problemas respiratorios, los síntomas pueden agravarse porque esta sequedad se traslada a las mucosas y a las vías respiratorias. Si padeces algún problema respiratorio y vives en una ciudad con alta polución, procura irte a un lugar más fresco si no puede ser durante toda la época estival, al menos los días de calor intenso.
8. Estreñimiento
El calor hace que sudes más, y si pasas demasiado tiempo al sol o en lugares donde haga demasiado calor, perderás líquido. Un nivel bajo de hidratación de tu cuerpo puede estar asociado a la aparición de dificultades para ir al baño con regularidad, lo que puede ocasionar la aparición de estreñimiento.
Si además le unes que lo más seguro es que en esta época cambies tus hábitos normales y tus horarios porque estás de vacaciones, la regularidad de tu organismo puede verse alterada acrecentando este problema.
Para solventar este problema de una forma natural, procura comer mucha fruta y verdura, al igual que beber mucha agua o jugos de frutas naturales, en lugar de refrescos o bebidas que pueden aportarte azúcares y calorías innecesarias. Probablemente el calor y el cambio de tu ritmo habitual puede hacer que caigas en el sedentarismo, por lo que también te conviene moverte un poco, aunque sea andar a primera o a última hora de la tarde cuando no hace tanto calor. También puedes recurrir a cualquiera de nuestros remedios naturales para el estreñimiento que tenemos documentados para mejorar este problema.
¿Quieres añadir algo más?
Como has podido leer, el calor puede afectarte no sólo físicamente, sino también de forma psicológica. Por eso, si estos días de tanto calor notas que estás más cansado, irascible y con pocas ganas de hacer cosas, no te dejes vencer por el desánimo y ponle remedio. Aprovecha a beber agua y tomar muchas frutas y verduras de temporada en forma de zumos y/o sopas frías y te ayudarán a sobrellevar mejor el calor. Aunque quizás tú tienes tu propia receta que quieras compartir conmigo para pasar mejor días de calor intenso. ¿Me lo quieres contar?