¿Por Qué Aparece la Pereza?
La pereza es uno de los grandes enemigos de las acciones. Puede aparecer en cualquier momento, aunque es más común por las mañanas. Sin embargo, si no hacemos nada para combatirla, puede dominarnos durante todo el día, y acabar controlando todos los aspectos de nuestra vida. La pereza nos impide ser productivos, dificultando así que alcancemos nuestros objetivos o metas.
Es importante averiguar por qué razón ha aparecido la pereza en ti, para combatirla correctamente. Las razones pueden ser muy diversas:
- Tener que realizar una tarea que no te motiva o te resulta aburrida.
- Estar abrumado por la magnitud de la tarea a realizar.
- No creerse capaz de realizar la tarea correctamente.
- Estar demasiado cansado para realizar la tarea.
- Estar agobiado a causa del estrés o la ansiedad.
Nuestro cuerpo percibe estos problemas, y reacciona queriendo hacernos descansar y relajarnos, provocando el estado de pereza. Sin embargo, no consigue lo buscado, sino todo lo contrario, ya que cuando entramos en un estado perezoso, acabamos sintiéndonos mal por no haber sido productivos y por no alcanzar nuestros objetivos.
Los 12 Consejos Definitivos para Combatir la Pereza
No debemos dejar que la pereza nos domine. Para combatirla necesitaremos, en primer lugar, fuerza de voluntad. Pero esta fuerza de voluntad no se genera sola, sino que deberemos motivarla de alguna manera. Existen muchos consejos que podrán ayudarte a generar esa fuerza de voluntad y a vencer la pereza, para volver a tomar las riendas de tu vida:
Mantén una rutina horaria: Es importante mantener unos horarios constantes, ya que el cuerpo se acostumbra, y no seguirlos podría generar la pereza. Sobre todo, es beneficioso mantener unos horarios de sueño regulares; procura acostarte y levantarte sobre las mismas horas, aunque no tengas que ir a trabajar.
También será importante establecer horarios para otras rutinas que quieras cumplir, como por ejemplo hacer ejercicio. Un horario estable hará que tu cuerpo se acostumbre en pocos días, y así no te dará pereza realizar esa tarea.
No te quedes en la cama: Las sábanas de la cama pueden atraparnos como si de una tela de araña gigante se tratara. Quedarse en la cama solo va a generar más y más pereza. Cada 5 minutos más que retrases el despertador será más complicado levantarte, y acabarás perdiendo mucho tiempo.
Piensa que si ya has dormido lo suficiente, todo el tiempo que pases en la cama será tiempo perdido. Y si no has dormido el tiempo suficiente, quizás deberías haberte acostado antes, ¿no?
Encuentra una motivación o inspiración: A veces la pereza aparece porque la tarea a realizar nos parece aburrida y no nos motiva o inspira. Tenemos que adoptar una actitud positiva y buscarle la parte motivadora a todo. Muchas veces el camino hacia un objetivo nos puede parecer aburrido o abrumador, pero es el resultado final lo que nos brinda la motivación para realizarlo.
¿Qué es lo que esa tarea, o completar ese objetivo, va a aportar en tu vida? Seguro que a todo lo que debes o quieres hacer puedes encontrarle un punto positivo que te motivará e inspirará para seguir realizándolo.
Aparta los pensamientos negativos: Muchas veces los pensamientos negativos son los que terminan desmotivándonos y haciendo que aparezca la pereza. Simplemente no creernos capaces de realizar lo que queremos puede hacer precisamente que no seamos capaces de realizarlo. Se optimista, ten una autoestima alta y créete capaz, anímate a ti mismo y sigue el camino hacia tus metas. Recuerda que querer es poder.
Incrementa la duración del trabajo poco a poco: Empezar una rutina puede ser un cambio brusco en tu vida, y eso puede generar pereza. Será importante empezar poco a poco, e ir incrementando la duración de esta nueva rutina para que tu cuerpo se acostumbre y no te agobies al principio.
Hay un método japonés llamado el «Método Kaizen» o «Regla del Minuto», que consiste en realizar una determinada tarea que quieras convertir en rutina durante un minuto, todos los días a la misma hora. Al ser tan poco tiempo, no debería darte pereza realizarla, y además completarla te generará un estado de alegría y satisfacción. Poco a poco, deberás ir incrementando el tiempo, y en lugar de 1 minuto, realizarla durante 5, después durante 10, 15, etc. Así, finalmente, habrás conseguido incorporar esta rutina a tu vida diaria, sin que haya supuesto un cambio drástico que pueda generar pereza.
Establece metas a corto plazo: Es importante tener objetivos a largo plazo, pero muchas veces son tan lejanos que pueden llegar a desmotivarnos y eso hará que nos perdamos por el camino, sucumbiendo a la pereza. Para evitarlo, proponte también objetivos más pequeños, a corto plazo, para encontrar una motivación más cercana y alcanzar así una satisfacción más rápida y constante.
Desconecta de vez en cuando: A veces la clave para ser más productivo es precisamente hacer lo contrario: desconectar. Está comprobado que no se puede mantener una atención plena durante más de 20-40 minutos, por lo que alargar este tiempo de concentración será contraproducente. Date una ducha, haz ejercicio, dedícale un rato a tu hobby favorito, etc.
Mucha gente emplea la técnica del 20/10, que consiste en dedicar a la tarea 20 minutos de concentración máxima, y descansar 10. Una variante es la técnica del 45/15. También puedes empezar por la del 10/5, si al principio te cuesta demasiado mantener la atención. Aunque te parezca una «pérdida de tiempo», en realidad estarás siendo más productivo así, que si hubieras intentando mantener la atención durante todo el tiempo seguido.
Encuentra tiempo para ti: Muchas veces la pereza viene originada por el estrés y el agobio que provoca no tener tiempo para ti. El ritmo de vida tan frenético que llevamos hoy en día, hace que dediquemos todo nuestro tiempo al trabajo y a los demás, y dejemos olvidada a la persona más importante: nosotros mismos.
Dedica cada día un poco de tiempo para ti, a hacer algo que te divierta, que te motive, que te guste. Esto hará que el estrés y la ansiedad desaparezcan, y te dejen ser más productivo.
Organízate: El desorden puede hacer que nuestra mente se disperse, aunque nosotros no lo notemos. Nuestro subconsciente se altera sin que nos demos cuenta, por cosas tan simples como una habitación desordenada, una gama de colores desagradable o una intensidad de luz inapropiada. Así pues, aunque no seamos conscientes, cualquiera de estos detalles podría estar suscitando nuestra falta de concentración y la consecuente aparición de la pereza.
Cuida tu alimentación: Muchas veces una mala alimentación puede favorecer la aparición de la pereza. Las comidas copiosas suelen generar sueño, y la comida demasiado azucarada puede darnos energía momentánea, pero en poco tiempo te sentirás fatigado y hambriento de nuevo.
Por otra parte, tomar bebidas calientes también puede generar sueño y pereza. En cambio, tomar algo frío como un zumo, un té helado o simplemente agua fría, te despejará y te hará ser más productivo.
Piensa en el presente: Centrarse tanto en el pasado como en el futuro puede afectar a tu productividad. En ocasiones, pensar en fracasos pasados o en problemas puede agobiarte de tal manera que afecte a tu manera de trabajar. De la misma manera, pensar en el futuro también puede abrumarnos si le damos demasiadas vueltas a los problemas que puedan presentarse.
Céntrate en el presente, en lo que estás haciendo ahora mismo, en realizarlo correctamente. Eso hará que venzas todos esos miedos que puedan generarte pereza y te resten productividad.
Piensa qué supondrá vencer a la pereza: En ocasiones, la mejor motivación es simplemente pensar qué supondrá que dejes la pereza a un lado y te actives. Qué supondrá para tu vida levantarte y hacer eso que llevas tanto tiempo queriendo hacer, o terminar esa tarea pendiente. Pensar en todos los beneficios que te traerá vencer a la pereza, te ayudará precisamente a vencerla.
¡Actívate!
La pereza es un problema más serio de lo que puede parecer, porque nos resta productividad e incluso puede obstaculizar que consigamos cumplir nuestros objetivos y nuestros sueños. Así que no dejes que te invada, combátela con todos estos consejos que acabamos de ver, y cómete el mundo.
¿Conoces algún otro consejo que te haya ayudado a combatir la pereza? Nos encantaría conocerlo.