6 Consejos y 8 Estiramientos para Prevenir y Aliviar el Dolor de Pies

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Seguro que en más de una ocasión te ha ocurrido que al finalizar la jornada, te han comenzado a doler los pies de tal forma que hasta esa sensación te ha dificultado un buen descanso o al menos, conciliar el sueño.

Si no tienes ninguna dolencia aparente que justifique la aparición de ese dolor, pero no quieres repetir la experiencia, entonces te interesa leer este artículo donde te voy a dar unos consejos para evitar que aparezca ese dolor y unos sencillos ejercicios que te ayudarán a estirar y a relajar la musculatura de tus pies. Si quieres saber más, sigue leyendo.

¿Por qué puede aparecer el dolor de pies?

Hay muchas causas que pueden desencadenar la aparición de dolor en los pies. Entre ellas podemos encontrar el sobrepeso, utilizar un calzado inadecuado para caminar o para correr, tener alguna anomalía en los pies, como existencia de pies planos, artritis, espolón óseo o fascitis plantar. Si el dolor aparece por alguno de estos últimos motivos, siempre es conveniente consultar con el médico para iniciar el tratamiento más adecuado.

Pero si ese dolor aparece al final de la jornada, porque has estado caminando de aquí para allá, o porque has pasado demasiado tiempo de pie sin poder moverte demasiado, puedes poner en práctica los consejos que te voy a contar a continuación para prevenir la aparición de dolor, así como realizar los ejercicios que te propongo no solo para relajar tus pies sino para ayudarte a lograr un mejor equilibrio y devolverle a tus pies la fuerza y la salud que necesitan.
Happy Young Woman Stretching

Consejos para prevenir el dolor de pies

Para prevenir el dolor de pies, necesitas prestar atención cada día a esta parte del cuerpo y mimarlos para que estén en perfectas condiciones, ya que soportan todo el peso de tu cuerpo. Por eso, te conviene tener muy en cuenta los siguientes consejos:

1. Pierde peso si tienes sobrepeso

El exceso de peso es uno de los principales motivos por los que aparece dolor, dado que son tus pies los que lo soportan y son los que más se resienten. El exceso de peso va sometiendo a tus pies a un esfuerzo adicional que al final se traduce en la aparición de dolor y la sensación de pies cansados.

2. No descuides su higiene

Debes lavar tus pies cada día con agua tibia y jabón suave, para eliminar los restos de sudor y para evitar la aparición de hongos y otros problemas. Tienes que cortar tus uñas por lo menos una vez a la semana, preferiblemente de forma recta para que no se claven los picos en la carne cuando crezcan.

Puedes eliminar las durezas y callosidades ayudándote con una exfoliante y una piedra pómez, y acudir a un podólogo si son ya demasiado complicadas para eliminarlas por tus propios medios.

También debes prestar atención a las heridas que puedan aparecer en ellos, dado que si no se tratan como requieren, pueden infectarse y causar otras complicaciones.

3. Utiliza el calzado adecuado

El calzado que utilizas puede tener mucha relación con la aparición de dolor, por eso, es conveniente que utilices un calzado cómodo y flexible, que no comprima tu pie y que no sea ni demasiado alto ni plano completamente. Además, no utilices tacones demasiado altos si vas a caminar bastante trayecto, y sobre todo, si no estás acostumbrada, dado que ese es otro motivo por el que puede aparecer dolor.

También es bueno que utilices un calzado más cómodo cuando llegues a casa, ya que ayudará a que tus pies descansen después de un día metidos en los zapatos.
Heel pain in women Woman massaging her foot.

4. Practica yoga

Uno de los ejercicios que mejor le viene a tus pies es el yoga, ya que al estabilizar todo tu cuerpo mediante las posturas, el origen de lograr el equilibrio en muchas de ellas reside en los pies, por lo que se fortalecerán y podrás evitar muchos dolores que provengan de las malas posturas o de caminar incorrectamente.

5. Camina descalzo

Los dedos de los pies además de ser flexibles, tienen la capacidad de agarrarse a las superficies, por lo que, siempre que te resulte posible, camina descalzo, preferiblemente sobre la arena. Si no tienes la oportunidad de estar cerca de la playa o el tiempo no lo permite, una buena opción es caminar por el césped descalzo o incluso hacerte con unos zapatos con dedos individuales que te permitan ejercitarlos al andar.

Si no puedes conseguir ninguna de estas situaciones, puede servirte andar descalzo dentro de casa durante unos minutos, para que tus pies se estiren y puedan estar en contacto directo con el suelo.

6. Pon a remojo tus pies con sales de Epsom

Por la noche, antes de acostarte, prueba a poner en remojo tus pies en un barreño con agua templada y un puñadito de sales de Epsom durante unos 10 o 20 minutos. Este gesto, además de desintoxicar tus pies, te ayudará a incrementar tu consumo de magnesio, dado que si tienes una deficiencia puede ser un factor que desencadene el dolor de pies.

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Lo más sencillo para relajar tus pies y que éstos descansen, es comenzar por los estiramientos que te voy a proponer a continuación. Pero si consigues hacer de estos estiramientos una rutina diaria, lograrás que tus pies estén más fuertes y tener un mejor equilibrio, lo que a la larga te beneficiará también para la de tu espalda, porque mejorarás tu postura corporal, y evitarás la aparición de dolor al final del día.

1. Levanta los dedos

Aunque a priori no suena demasiado difícil, intenta, con los pies descalzos sobre el suelo o sobre una alfombra si hace demasiado frío, levantar los dedos de los pies manteniendo las plantas pegadas al suelo. Debes levantar los cinco al mismo tiempo, y a ser posible, a la misma altura. Mantenlos unos segundos arriba y después apóyalos sobre el suelo de nuevo. Repite este ejercicio entre cinco y diez veces descansando unos segundos cada vez que bajes y subas los dedos.

2. Rueda una pelota de tenis con la planta de los pies

Siéntate en una silla o sillón y pon bajo la planta de tu pie una pelota de tenis, haciéndola rodar presionando ligeramente con la planta del pie durante unos minutos. Cuando hayas acabado con uno, repite la misma acción con el otro.

Cuando hayas terminado, dobla el pie con tus dedos apuntando hacia la rodilla. Luego estira los dedos de nuevo, pero ahora apuntando directamente hacia abajo.

3. Baja el dedo gordo mientras subes los otros

De pie, con los pies un poco separados y las rodillas un poco flexionadas para mantener el equilibrio, intenta levantar los dedos de los pies manteniendo abajo el dedo gordo. Al principio, puede que te resulte casi imposible conseguirlo, pero poco a poco, y a fuerza de intentarlo varias veces, y si puedes, un poquito cada día, lo conseguirás. Repite este ejercicio 5 veces con cada pie.

4. Reparte tu peso entre la parte interior y exterior de tus pies

De pie, ahora trata de balancear tu peso hacia el exterior de tu pie, levantando el puente de tu pie (o lo que es lo mismo, aligerando el peso de la parte interior de tu pie). Después, repite la acción al contrario, es decir, balancéate hacia adentro hasta que tu peso esté descansando en la parte del puente de tu pie. Repite el ejercicio en ambos pies a la vez al menos durante 10 veces.

5. Estira los tobillos con una banda elástica

Para este ejercicio, tienes que sentarte en el suelo y ayudarte de una banda elástica o un pañuelo largo en caso de no poder hacerte con una. Lo que tienes que hacer es enganchar tu pie a través de la banda para que la planta de tu pie se apoye contra ella, y estirar los dedos hacia fuera. Tienes que repetir este estiramiento unas 15 veces con cada pie.
Woman Exercising with Resistance Bands

6. Dibuja círculos con tus pies

Aprovechando que estás sentado en el suelo, con las piernas estiradas, intenta, elevando un poco la pierna, dibujar círculos con la punta de los pies, lo más amplios que te resulte posible, hacia un lado y hacia otro durante un par de minutos. Descansa la piernas y repite el mismo ejercicio con la otra.

7. Intenta coger algo con los dedos de los pies

Este ejercicio te ayudará a estirar los dedos y a fortalecer los pies. Tienes que sentarte en una silla y dejar una toalla o una pelotita en el suelo, e intentar cogerla con los dedos de los pies y levantarla del suelo. Puede parecer un poco difícil, pero con un poco de práctica ya verás cómo lo consigues.

8. Entrelaza los dedos del pie y los de la mano

En esta ocasión tienes que sentarte en el suelo con las piernas hacia delante, de forma que los dedos de los pies apunten hacia el techo. Inclínate hacia adelante y entrelaza los dedos de tu mano con los dedos de los pies, y a continuación, tira suavemente hacia atrás y hacia adelante, durante un par de minutos. Aunque al principio pueda parecer un poco complicado, poco a poco lograrás conseguir más elasticidad. Si no puedes hacerlo con los dos pies, prueba primero con un pie y luego con el otro.
Practicing Yoga.

¿Quieres añadir algo más?

Los consejos de hoy y los ejercicios son sencillos para tener en cuenta a diario y evitar que aparezca el dolor de pies al final de la jornada, por lo que te conviene no olvidarlos. Aunque quizás, quieres añadir algo más que se me haya podido olvidar, por lo que, como siempre, espero tus comentarios.