Cuando llega la noche y la hora de irse a dormir, para algunos comienza una verdadera pesadilla ya que comienzan a dar vueltas y vueltas en la cama y no consiguen conciliar el sueño.
El insomnio puede aparecer en cualquier momento, y suele estar asociado a situaciones personales que se atraviesan y que pueden causar inquietud y esa dificultad para dormir y proporcionar al cuerpo su merecido descanso diario.
Si te encuentras o te has encontrado frente a esta situación en algún momento, te conviene leer estas líneas para saber cómo puedes actuar.
¿Qué es el Insomnio?
El insomnio es un trastorno del sueño consistente en la dificultad o la incapacidad para dormir. Es un problema frecuente al que se ve afectado entre el 10% y el 30% de la población adulta, siendo más frecuente su presencia en en mujeres, ancianos, personas de un nivel socioeconómico alto y en aquellos que padecen una enfermedad psiquiátrica.
Según su frecuencia y duración, se puede hablar de insomnio leve e intenso. Además, el insomnio puede ser crónico (constante) o agudo (más puntual). Si los síntomas ocurren por lo menos 3 noches por semana durante más de un mes se considera insomnio crónico . En el caso del insomnio agudo, éste dura menos tiempo.
Síntomas del Insomnio
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Los principales síntomas del insomnio son la dificultad para conciliar el sueño la mayoría de las noches, despertarse varias veces durante la noche, encontrarse cansado o quedarse dormido durante el día, o no encontrarse descansado al despertar.
Causas del Insomnio
Existen malos hábitos del sueño o del estilo de vida que pueden causar insomnio o afectar negativamente al mismo, tales como:
- Acostarse cada noche a una hora diferente
- Echarse la siesta
- Disfrutar de una baja calidad de ambiente para dormir (demasiada luz, demasiado ruido, …)
- Pasar demasiado tiempo en la cama mientras se está despierto
- Trabajar en turnos de tarde o de noche
- No hacer ejercicio físico suficiente
- Ver la televisióno usar el ordenador en en la cama
El uso de determinados medicamentos y otras sustancias también puede afectar el sueño:
- Alcohol
- Tabaco
- Consumo excesivo de cafeína, especialmente en las últimas horas del día
- Uso continuado de determinados tipos de medicamentos para dormir
- Ciertos medicamentos para el resfriado y tratamientos para adelgazar
Determinadas situaciones relacionadas con la salud mental, social y física también pueden afectar los patrones de sueño:
- Trastornos de ansiedad
- Trastorno bipolar
- Sentimientos de tristeza o de depresión.
- Dolor o malestar físico
- Estrés
- Ciertas afecciones, como la enfermedad tiroidea
Tratamiento del Insomnio
A continuación te presentamos los mejores remedios caseros para el insomnio que hemos recopilado.
- Hojas de Naranjo Amargo, Hierbaluisa y Melisa para el Insomnio
- Infusión de Lavanda para el Insomnio
- Infusión de Manzanilla con Anís para el Insomnio
- Infusión de Pasiflora para el Insomnio
- Infusión de tila para el insomnio
- Insomnio con Leche Caliente y Miel
- Valeriana para el Insomnio
Nuestros remedios para el insomnio pretenden ayudarte a estar informado, pero nunca deben sustituir una consulta médica. Es fundamental que consultes a tu médico sobre este o cualquier otro tratamiento natural, así como posibles contraindicaciones o incompatibilidades.
Lo primero que hay que identificar es que cada persona pude necesitar dormir un número de horas diferente, ya que cada individuo tiene necesidades diferentes de sueño.
Para tratar el insomnio el primer paso es el de revisar los medicamentos y afecciones que pueden estar causándolo.
Hacer algunos cambios en los hábitos de sueño pueden mejorar o solucionar el problema de insomnio.
En función del posible origen, el insomnio se puede tratar con determinados medicamentos específicos, si bien deben ser utilizados bajo control médico.
También puede resultar útil consultar con un psiquiatra u otro profesional en salud mental para identificar posibles trastornos del estado de ánimo o de ansiedad que puedan estar provocando el insomnio.
Alimentación y dieta para el Insomnio
Una cena baja en proteínas y alta en hidratos de carbono puede ayudar a preparar el cuerpo para el sueño, ya que el organismo quema más lentamente los hidratos de carbono.
El bajo consumo de vitamina B6 está asociado al insomnio, por lo que alimentos como la carne magra o la leche descremada pueden ayudarnos contra el insomnio.
Los ácidos grasos omega 3, que se pueden encontrar en pescados azules como la caballa o las sardinas o en semillas como las del girasol, lino, sésamo o calabaza, tienen efecto directo sobre el cerebro e indirecto sobre los neurotransmisores.
Los alimentos ricos en hierro también pueden ayudar, ya que otro de los motivos del insomnio puede ser encontrarse con niveles de hierro bajos.