¿Qué son las uñas frágiles?
Las uñas frágiles o quebradizas son las que tienen un alto grado de fragilidad, se rompen continuamente o se abren en capas.
Por lo general, este tipo de uñas suelen ser muy finas y presentan muy poca resistencia, por lo que se rompen al menor tipo de contacto o golpecito.
Síntomas de las uñas frágiles
Los principales síntomas de este problema son el aspecto de las uñas frágiles, que se abren en capas o se astillan con el mínimo contacto de éstas con una superficie.
Causas de las uñas frágiles
Son varias las causas que pueden influir en la aparición de este problema:
- Mala alimentación: la presencia de uñas frágiles y quebradizas puede ser señal de una deficiencia de nuestro organismo en vitaminas A y B, en hierro, cinc o calcio, que son las que influyen en la salud de nuestras uñas.
- Padecer alguna enfermedad: algunas enfermedades como la anemia, alteraciones renales o hepáticas, problemas de tiroides o problemas circulatorios, entre otros, pueden afectar a nuestras uñas dejándolas más frágiles y quebradizas de lo normal.
- La acción de agentes externos: el contacto con algunos productos de limpieza como detergentes o productos químicos que resulten muy abrasivos, e incluso el contacto con el agua durante un tiempo muy prolongado, pueden influir en el estado de nuestras uñas, haciendo que éstas se detrioren o se partan en capas.
- Utilizar limas de metal o utilizarlas de forma poco conveniente, que pueden deteriorar las uñas. Es preferible utilizar limas de cartón frente a las de metal y limar siempre en la misma direción, para evitar que se debiliten.
- Sufrir algún tipo de infección en los dedos, como una infección por hongos que afectará a la salud y dureza de nuestras uñas.
- Pasar por un estado de debilitamiento general del organismo, que puede manifestarse también en las uñas o en la piel.
- Morderse las uñas: además de ser un feo hábito poco higiénico, morderlas hace que se rompan con más facilidad
Tratamiento de las uñas frágiles
A continuación te presentamos los mejores remedios caseros para las uñas frágiles o quebradizas que hemos recopilado.
- Aceite de Germen de Trigo, Aceite de Ricino y Miel para las Uñas Frágiles o Quebradizas
- Aceite de Oliva y Limón para las Uñas Frágiles o Quebradizas
- Bicarbonato de Sodio para las Uñas Frágiles o Quebradizas
- Cebolla para las Uñas Frágiles o Quebradizas
- Infusión de Bardana, Diente de León y Centella Asiática para las Uñas Quebradizas
- Infusión de cola de caballo para las uñas quebradizas
- Naranja, Azúcar y Aceite de Almendras para las Uñas Frágiles o Quebradizas
- Vinagre de Sidra de Manzana para las Uñas Quebradizas
Nuestros remedios para las uñas frágiles o quebradizas pretenden ayudarte a estar informado, pero nunca deben sustituir una consulta médica. Es fundamental que consultes a tu médico sobre este o cualquier otro tratamiento natural, así como posibles contraindicaciones o incompatibilidades.
Alimentación / dieta de las uñas frágiles
Las personas que presenten este problema en las uñas, deben llevar una dieta sana y equilibrada, prestando especial atención al aumento de vitaminas A,B y C, y a minerales como zinc, hierro o calcio, que son las que más incidencia tienen para mantener el buen estado de las uñas:
- Alimentos ricos en vitamina A: pueden ser la zanahoria, las espinacas, el tomate, los berros, la albahaca, la calabaza o el diente de león.
- Alimentos ricos en vitaminas del grupo B: pueden ser los cereales integrales como el trigo, la cebada o la avena, algunas verduras como coles, endivias, espinacas, rábanos, algunos frutos secos como las nueces, las almendras o las avellanas, y por último, la levadura de cerveza.
- Alimentos ricos en vitamina C: además de los cítricos como naranjas, limones y pomelos, está muy presente en las fresas, los kiwis, las acerolas y el escaramujo.
- Alimentos ricos en hierro: legumbres (lentejas, guisantes o soja), frutos secos (avellanas, almendras o nueces) y verduras de hoja verde como las espinacas, las coles o los nabos.
- Alimentos ricos en calcio: legumbres como los garbanzos y las judías (blancas y negras), frutos secos como las avellanas y los higos secos, o verduras de hoja verde como las espinacas
- Alimentos ricos en zinc: como por ejemplo, el apio, las berenjenas, los espárragos, las patatas…etc.