¿Necesito un gel desinfectante de manos?
No se si te has parado a pensar alguna vez cuando vas en el metro o en el autobús y pones tu mano en una barandilla donde la han podido poner antes decenas de personas, la cantidad de bacterias y gérmenes que puede haber esperándote.
Si no necesitas coger el transporte público, probablemente si que necesitas ir a hacer la compra en algún momento y tienes que utilizar una cesta o un carrito donde antes ha podido poner sus manos una persona que tuviera un resfriado. Si no tienes un lavabo cerca y no tienes la oportunidad de lavar tus manos con agua y con jabón, es cuando surge la necesidad de utilizar un gel desinfectante y antibacterial para las manos que te permita librarte de los gérmenes y evitar el contacto con ellos.
No es que quiera alarmarte, pero los virus pueden durar sobre las superficies duras como pasamanos o picaportes de puertas hasta un día. En superficies como telas, pañuelos o papel, pueden durar algo menos, y en tus manos sólo unos minutos, pero si en ese intervalo de tiempo te llevas las manos a tu nariz o a los ojos, por ejemplo, puedes contagiarte de alguna enfermedad.
Como estos desinfectantes suelen tener una textura gelatinosa no necesitas agua, y puedes extenderlo fácilmente por tus manos frotando bien al mismo tiempo que te proteges frente a la acción de bacterias y microbios.
Tienes muchas opciones en el mercado destinados a este fin con distintos componentes, pero en su mayoría suelen llevar mucho alcohol y a la larga pueden resecar mucho tus manos. Por eso, hoy te propongo una fórmula más casera y natural pero efectiva, para que no estés en contacto con tantos químicos con la ventaja que podrás preparar más cantidad siempre que lo necesites.
¿Cómo puedo elaborar mi propio gel desinfectante de manos?
Para preparar este gel desinfectante vamos a utilizar aceite de lavanda, aceite de árbol de té, aceite de clavo, agua de hamamelis y gel de áloe vera, por lo que va a resultar una fórmula muy completa al tiempo que va a cuidar tus manos sin resecarlas demasiado.
El aceite esencial de lavanda tiene la capacidad de limpiar al mismo tiempo que es capaz de eliminar algunas bacterias, y es particularmente eficaz en la lucha contra los hongos.
El aceite de árbol de té tiene la propiedad de acabar con diversas formas de bacterias, virus e incluso hongos por contacto, gracias a su principal componente antimicrobiano.
El aceite esencial de clavo probablemente sea más conocido por utilizarse como remedio natural para aliviar los dolores de muelas, pero la misma propiedad que tiene para acabar con el dolor es la que permite acabar con gérmenes y bacterias.
El agua de hamamelis puede actuar como antiséptico, y por eso es capaz de eliminar las bacterias.
Y por último, el áloe vera tienes propiedades antibacterianas y antifúngicas, al mismo tiempo que actuará como agente hidratante manteniendo tus manos suaves y sin peligro de resecarse. Además, cumple la función de actuar como sustancia portadora donde se diluyen los aceites esenciales.
¿Qué necesito?
Para elaborar tu propio desinfectante de manos casero vas a necesitar:
- 25 gotas de aceite esencial de árbol de té.
- 9 gotas de aceite de lavanda.
- 9 gotas de aceite de clavo.
- 1 cucharada de agua de hamamelis.
- 16 cucharadas de gel de áloe vera.
- 1 cuenco.
- 1 recipiente que cierre herméticamente.
¿Qué tengo que hacer?
Coge el cuenco y pon las 9 gotas de aceite esencial de lavanda y de aceite esencial de clavo, junto con las 25 gotas de aceite de árbol de té.
Añade ahora las 16 cucharadas de gel de áloe vera y la cucharada de agua de hamamelis.
Remueve todo bien para que se integren los aceites y el gel completamente, y a continuación, ponlo en el recipiente que puedas cerrar herméticamente.
Este gel puede aguantar hasta un mes si lo mantienes en un lugar fresco y lejos de la exposición al sol directo.
Como no lleva alcohol ni conservantes, no tiene la misma duración que los desinfectantes que puedes encontrar en el mercado, pero por otro lado, no resecarás tanto tus manos como con otras soluciones.
