Jarabe Natural para combatir la tos
Cuando llega la época de frío es casi normal sufrir algún catarro que en el mejor de los casos se puede tratar fácilmente sin dejar demasiadas complicaciones. Aunque los síntomas de un resfriado o una gripe tan sólo duran unos días, en la mayoría de los casos suele quedar una tos, que generalmente tarda más en desaparecer.
La naturaleza nos ofrece muchas cosas que podemos utilizar para ayudarnos a mejorar nuestra salud, y en este caso, puedes hacer tu propio jarabe casero con ingredientes que puedes encontrar en la cocina como cebolla, miel y limón, que te ayudará a disminuir los síntomas de ese resfriado que puedas haber cogido, y sobre todo, acabar con la tos.
La combinación de miel y cebolla es un remedio muy popular para combatir la tos, ya sea productiva o seca, que te ayudará a reforzar tu sistema inmune mejorando la respuesta que ofrece frente a virus, bacterias y otros microorganismos responsables de las enfermedades respiratorias.
El limón, gracias a sus propiedades antivirales y antibacterianas y a su alto contenido en vitamina C, te va a ayudar en este caso a aliviar las dolencias relacionadas con las vías respiratorias, que son las que nos interesan en esta ocasión.
Por su agradable sabor, lo pueden tomar los niños, ya que el jugo que deja la cebolla junto con la miel, le confieren un sabor dulzón a este jarabe y no suelen rechazarlo. Eso sí, dado que el consumo de miel no está recomendado en niños menores de 1 año, no es adecuado para los pequeños de esa edad.
¿Cómo puedo preparar este jarabe con cebolla, miel y limón para la tos?
La preparación es muy sencilla, así que, toma buena nota y ponte manos a la obra:
¿Qué necesito?
- 1 cebolla de tamaño mediano o grande.
- 1/2 limón.
- 6 cucharadas de miel.
- 1 cuenco o contenedor de alimentos con tapa.
- Bote de cristal.
- 1 colador.
¿Cómo lo preparo?
Primero corta la cebolla en trocitos no demasiado grandes y ponlos en el fondo del cuenco.
Exprime el medio limón y añade el zumo al cuenco donde has puesto la cebolla cortada.
Ahora pon la miel por encima de la cebolla, removiendo si es preciso para que se mezcle mejor con la cebolla.
Tapa el cuenco o recipiente y deja macerar la cebolla al menos durante 8 horas.
Pasado ese tiempo, verás que la cebolla ha soltado su jugo y se ha mezclado con la miel y el limón, por lo que ya tendrás tu jarabe preparado para tomar.
Una vez pasadas las 8 horas, tan sólo tienes que colar el jarabe para retirar los restos de la cebolla del líquido resultante y puedes guardarlo en un frasco o bote de cristal con tapa dentro de la nevera para que se conserve mejor, volviendo a hacer nuevo jarabe si hiciese falta.
Tienes que tomar una cucharadita del jarabe cada cuatro horas o más frecuentemente dependiendo de tu estado, y poco a poco irás notando la diferencia.