¿Por qué un limpiador casero es una alternativa a los que venden en el mercado?
Si alguna vez has pasado por alguno de los pasillos de las secciones de limpieza del hogar de un supermercado o una gran superficie, habrás observado la cantidad de productos de limpieza distintos que hay para cada parte o rincón del hogar, desde limpiadores para los suelos, para el baño, para la cocina, para limpiar los azulejos de las paredes…etc.
Cada uno puede tener además distintas variedades y olores peculiares, pero si te paras a leer algunas de las etiquetas de estos productos, comprobarás que en definitiva se componen de distintos productos químicos que a la larga pueden ser perjudiciales tanto para la salud como para el medio ambiente.
Este es el punto de partida para plantearte un producto de limpieza hecho por ti sin necesidad de añadir ni estar expuestos a tantos productos químicos como con los que venden comercialmente.
Un limpiador como el que vas a ver en este artículo no va a matar todas las bacterias de tu hogar en su totalidad, y dirás que esto no es una ventaja, pero si te paras a pensar que si eliminas el 100% de las bacterias no vas a enseñar a tu sistema inmunológico a reaccionar frente a las agresiones externas, entonces lo verás de otra manera.
Necesitas que tu casa esté limpia, pero no hace falta que esté completamente esterilizada como si fuera un quirófano, porque de lo contrario, estarás rodeado de una gran cantidad de químicos y contribuirás a crear cepas de bacterias más resistentes que a la larga te causarán más perjuicio que beneficio.
Además, puedes hacer más limpiador cuando se te acabe el que tienes, por lo que te resultará más económico que estar comprando cientos de productos específicos para cada cosa.
¿Qué es lo que necesito para hacer mi propio limpiador multiusos?
Para hacer tu propio limpiador multiusos vas a necesitar vinagre blanco, bicarbonato de sodio, aceite esencial de árbol de té, de eucalipto y de lavanda además de agua, es decir, ingredientes que no te resultarán difíciles de encontrar.
El vinagre blanco, que puede ser el que venden con fines específicos para limpieza, es capaz de acabar con la grasa y con la suciedad, además de eliminar los restos de cal que pueden formarse en las superficies por donde hay agua, como los sanitarios del baño o los grifos. Además, tiene la capacidad de eliminar las manchas y acabar con algunos olores desagradables, como cuando se utiliza en las cañerías. Y aunque es cierto que tiene un olor fuerte cuando acabas de aplicar el limpiador, deja de oler en cuanto se seca, por lo que no resulta tan desagradable como otros limpiadores.
Algunos aceites esenciales como el de árbol de té, tienen propiedades antimicrobianas y antifungicas, por lo que son capaces de acabar con las bacterias y de impedir el crecimiento de algunos microorganismos que pueden ser perjudiciales con la salud. En este caso, he optado por esta combinación de los tres aceites para aportar además un peculiar olor a este limpiador y contrarrestar un poco el olor a vinagre.
El bicarbonato de sodio te ayudará a eliminar las manchas y los olores al mismo tiempo que tiene propiedades antibacterianas, por lo que aportará mayor efectividad a este limpiador.
Ingredientes
- 1/2 taza de vinagre blanco.
- 2 tazas de agua.
- 2 cucharadas de bicarbonato de sodio.
- 4 gotas de aceite de árbol de té.
- 3 gotas de aceite de árbol de eucalipto.
- 3 gotas de aceite de árbol de lavanda.
- 1 botellita atomizadora.
¿Cómo lo preparo?
Añade en la botella atomizadora la media taza de vinagre blanco de limpieza junto con las dos cucharadas de bicarbonato de sodio.
Observarás que comienza a hacer espuma, pero no te alarmes, es una reacción normal entre un ácido como es el vinagre y una sosa como es el bicarbonato.
Cuando haya dejado de salir espuma, añade las diez gotitas de los aceites esenciales de té, lavanda y eucalipto, y añade a continuación el agua.
Ahora cierra la botellita y agita bien para que se integren perfectamente todos los ingredientes de este limpiador.
Puedes utilizar este limpiador para limpiar casi todo tipo de superficies como azulejos, suelos, cristal…etc. No lo utilices sobre mármol ni superficies de piedra porosas, dado que al llevar vinagre, puedes deteriorarlas.