¿Por qué puede aparecer la debilidad muscular?
La aparición de debilidad muscular, conocida médicamente como la miastenia, puede ser normal después de realizar un trabajo o un ejercicio demasiado intenso. En estos casos, tus músculos se recuperan después de un período de tiempo de descanso. Pero el problema puede ser más serio si sufres debilidad muscular constantemente sin necesidad de realizar un trabajo excesivo o un deporte extenuante.
La debilidad muscular o miastenia aparece cuando después del esfuerzo que has realizado para hacer algo, tu cuerpo no es capaz de contraer de forma normal un músculo o no consigues realizar un movimiento de forma normal porque tus músculos no responden de la forma adecuada.
Otros síntomas que pueden aparecer en estos casos son la aparición de una sensación de quemazón en una parte determinada del cuerpo, caídas frecuentes, pérdida de coordinación en la musculatura, espasmos musculares, dolor muscular, punzadas y contracciones involuntarias, entre otras.
Los motivos que desencadenan esta enfermedad pueden ser muy variados, desde una mala alimentación que sea pobre en vitaminas y minerales, a ciertas infecciones o inflamaciones nerviosas y musculares.
La aparición de debilidad muscular sin causa aparente que la justifique, puede revelar la existencia de un problema de salud más serio, como puede ser la existencia del síndrome de fatiga crónica, distrofia muscular, hipotonia, neuropatía, hipotiroidismo, fiebre reumática o botulismo entre otras causas, por lo que siempre hay que acudir al médico para que realice un diagnóstico adecuado, ya que una vez que la causa esté determinada, podrán ponerte el tratamiento más adecuado.
Pero además, puedes optar por algunos simples pero efectivos remedios que te ayudarán a combatir la debilidad muscular de una forma natural.
Remedios Naturales para la debilidad muscular
1. Baño con sales de Epsom
Uno de los motivos por los que puede aparecer la debilidad muscular es una alimentación inadecuada en la que falte magnesio. Este nutriente facilita la reabsorción de calcio que ayuda a mantener tus músculos fuertes y prevenir los calambres al mismo tiempo que aumenta la absorción de potasio, favoreciendo el correcto funcionamiento muscular y ayudando a reducir el dolor muscular.
Por eso, una forma de combatir la debilidad muscular es disfrutar de un baño con sales de Epsom a la semana, que son ricas en magnesio y te ayudarán a que tus músculos funcionen correctamente.
Para beneficarte de estas propiedades y facilitar la relajación y recuperación de tus músculos, puedes preparar este baño llenando la bañera con agua caliente y añadiendo dos tazas de sales de Epsom.
Remueve bien para que se disuelvan y sumérgete en la bañera permaneciendo entre 15 y 20 minutos.
2. Haz algo de ejercicio
Hay quien piensa que cuando se siente debilidad muscular lo mejor es guardar reposo, pero esto no sólo no favorece la recuperación sino que además es un error.
Practicar algún tipo de ejercicio físico suave pero de forma regular contribuye a sentirse bien y mejorar el funcionamiento de los diferentes órganos y sistemas del cuerpo, fortaleciendo el corazón y el sistema respiratorio al mismo tiempo que se desarrolla la fuerza muscular y se mejora la circulación sanguínea.
Uno de los mejores ejercicios que puedes hacer a diario es caminar. Un paseo de al menos 30 minutos surante al menos 5 veces a la semana te ayudará a conseguir este objetivo.
Otros ejercicios que te pueden favorecer en este caso son nadar, correr, montar en bicicleta, senderismo y en general cualquier actividad que te ayude a fortalecer tus músculos. No te olvides del yoga, que en este caso además te ayudará a mantener tus niveles de energía en un estado óptimo.
3. Masajes con aceite
Los masajes regulares con algún tipo de aceite vegetal pueden ayudarte a mejorar el flujo de la sangre hacia la superficie de la piel, mejorando la circulación y permitiendo que lleguen más nutrientes a los músculos y puedan verse fortalecidos, siendo de gran ayuda en los casos de debilidad muscular.
Para beneficiarte de estas propiedades, puedes realizar masajes sobre las zonas de tu cuerpo donde sufras más este problema, especialmente en las piernas.
Puedes elegir un aceite como el de oliva, coco o mostaza, y calentarlo hasta que esté tibio para que haga un mejor efecto.
Aplica un poco del aceite que hayas elegido y realiza un suave masaje al menos durante 15 minutos.
Comienza realizando el masaje varias veces al día durante los primeros días y cuando los síntomas vayan remitiendo, hazlo al menos un par de veces por semana, para seguir beneficiándote de sus propiedades.
4.Bebe más agua
Aquí tienes otro motivo para beber el agua que tu cuerpo necesita y es que la deshidratación puede ser otra de las causas de aparición de debilidad muscular. Cuando tu cuerpo se rehidrata los músculos se recuperan además de fortalecerse.
Recuerda que debes beber entre 8 y 10 vasos de agua al día para evitar la deshidratación, al mismo tiempo que puedes incrementar el consumo de fruta y verdura ya que tienen un gran contenido en agua.
Por el contrario, evita abusar de bebidas como el té o el café, ya que pueden producir deshidratación.
5. Vitamina D
La deficiencia de vitamina D también está asociada a la debilidad muscular, por lo que si este es tu caso, es importante corregir esta deficiencia. Esta vitamina ayuda a regular el calcio, otro mineral que es muy importante para mantener los músculos en buen estado y fuertes, evitando así la debilidad.
La mejor forma para lograr que tu cuerpo produzca esta vitamina es permanecer un poco de tiempo bajo la luz del sol.
Simplemente con estar entre 10 y 15 minutos expuesto a luz del sol, preferiblemente por la mañana, tu cuerpo será capaz de producir por sí mismo esta vitamina. Eso sí, intenta evitar los rayos ultravioletas más perjudiciales que son los que hay en las horas centrales del día.
Además, puedes incrementar el consumo de alimentos que contienen esta vitamina como el salmón, las sardinas, la caballa e incluso la leche enriquecida con esta vitamina, zumo de naranja recién exprimido y cereales.
También puedes optar por tomar suplementos de esta vitamina, pero consulta siempre antes con el médico especialista.
6. Melaza de caña
La melaza de caña también se conoce con el nombre de panela o miel de caña, y es el resultado de cocer el jugo de la caña de azúcar hasta que se evapore el agua, obteniendo una textura muy similar a la de la miel de abeja pero de un color más oscuro, prácticamente negro.
Entre los nutrientes que más nos importan en este caso, nos encontramos con su contenido en hierro, en calcio, que proporcionará energía a tus músculos, en magnesio, que favorecerá la absorción de calcio y en potasio, que ayudará a mantener el equilibrio electrolítico en tu organismo, lo que contribuye a evitar la debilidad muscular y a mantener los músculos en buen estado.
Para beneficiarte de estas propiedades, puedes mezclar una cucharada de melaza de caña en una taza de leche caliente, y mezclar bien antes de tomar.
Otra opción es mezclar dos cucharaditas de melaza de caña junto con otras dos cucharaditas de vinagre de manzana orgánico en una taza de agua caliente y beber una vez al día.
7. Plátanos
Los plátanos son una buena fuente de potasio, que te ayudará a mantener tus músculos fuertes al mismo tiempo que favorecerá su correcto funcionamiento evitando así la debilidad.
De hecho, si padeces de deficiencia de potasio, puede ser un motivo de aparición de debilidad muscular, fatiga y aparición frecuente de calambres musculares.
Para evitar esta deficiencia, puedes comer uno o dos plátanos diarios que puedes acompañar con una cucharadita de miel para asegurarte un correcto aporte de este mineral.
Otra estupenda forma de tomarlos es hacerte un batido con plátano y leche a diario, y así tendrás tus necesidades de potasio y calcio cubiertas a diario.
8. Leche
La leche contiene muchos nutrientes, y está considerada como una de las mejores fuentes de vitamina B, que es vital para mantener una buena salud de los músculos, y de calcio, que ayuda a mantenerlos fuertes evitando así la debilidad muscular.
Para beneficiarte de todas sus propiedades, bebe 1 o 2 vasos de leche todos los días para asegurarte el correcto aporte de todos los nutrientes que tus músculos necesitan.
Otra forma de asegurarte este aporte también puedes poner a calentar un vaso de leche al que puedes añadirle una cucharada de miel y otra de regaliz, y remover bien antes de tomar una o dos veces al día.
9. Amla
Este fruto también se conoce con el nombre de Grosella Espinosa India, y en su composición tiene nutrientes como proteínas, calcio, hierro y vitamina C, entre otros, que son muy buenos para que tus músculos funcionen correctamente evitando la debilidad muscular.
Para beneficiarte de estas propiedades y mejorar la salud de tus músculos, puedes mezclar dos cucharadas del zumo de amla con la misma cantidad de miel, y beber este preparado dos o tres veces al día.
Además, tomando sólo una de estas grosellas al día, puedes fortalecer tu sistema inmunológico de una forma notable, ayudando a tu organismo a estar más preparado para luchar contra las enfermedades.
10. Digitopresión
La digitopresión o acupresión, como también es conocida, consiste en realizar una presión profunda y constante en algunos lugares claves de tu cuerpo que puede ayudarte a mejorar la circulación sanguínea en todo tu organismo, facilitando así la llegada óptima de oxígeno y otros nutrientes a todas las células de tu cuerpo. Como consecuencia de esta mejora de la circulación, esto puede servirte de ayuda para reducir la debilidad muscular.
Lo mejor es que consultes con un especialista en esta materia sobre tu problema y que te aplique la mejor técnica en tu caso. En pocas sesiones se suelen notar buenos resultados.
¡Pruébalos y empieza a sentirte mejor!
Recuerda además no descuidar tu descanso diario para que tu organismo pueda recuperarse de los esfuerzos, y prueba alguno de estos remedios para mejorar los síntomas de la debilidad muscular. ¡Ya verás como funcionan!