Ajo: Propiedades, Beneficios y Para Qué Sirve

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¿Sabías que el ajo tiene multitud de propiedades beneficiosas para la salud? Entre otras cualidades, es uno de los mejores antibióticos que puede ofrecerte la salud, y sus buenas propiedades se conocen ya desde la antigüedad además de ser utilizado como un gran recurso en la cocina para dar sabor a muchos de tus platos.

Entre otras bondades, el ajo favorece la circulación, la eliminación de líquidos, es un buen remedio contra las bacterias, y protege contra el cáncer. Si quieres conocer el resto de beneficios que puede aportarte el ajo, no dejes de leer esta información.

Propiedades del Ajo

El ajo posee las siguientes propiedades:

  • Favorece la eliminación de líquidos, por lo que es diurético.
  • Es una gran desinfectante, que ataca virus y bacterias.
  • Actúa como un potente antibiótico.
  • Hace más fluída la sangre, evitando los trombos.
  • Reduce los niveles de colesterol.
  • Mejora la digestión.
  • Dilata las paredes de las venas, disminuyendo así la tensión arterial.
  • Purifica la sangre.
  • Previene la arterioesclerosis.
  • Alivia el dolor.
  • Regula los niveles de azúcar en sangre.
  • Actúa como descongestionante de las vías respiratorias.
  • Es un gran antioxidante.
  • Es estimulante.
  • Tiene un gran poder antiinflamatorio.
  • Elimina las lombrices intestinales.

Beneficios del Ajo

Entre sus muchas virtudes, el ajo favorece la circulación y dilata las paredes de las venas, produciendo un gran beneficio a nivel cardovascular.

Para qué sirve el Ajo

El ajo puede emplearse en los siguientes casos:

  • Para fluidificar y favorecer la circulación sanguínea, y evitar así o luchar contra las enfermedades circulatorias siguientes: arteriosclerosis, hipertensión, colesterol, infarto de miocardio, angina de pecho y otras relacionadas con una mala circulación como las hemorroides.
  • Favorece la eliminación de líquidos corporales, por lo que resulta muy adecuado en casos de reumatismo, hidropesía, edemas, y problemas de vejiga.
  • Se utiliza para combatir procesos infecciosos del aparato respiratorio (gripe, bronquitis, faringitis… etc.), digestivo ( putrefacciones intestinales, diarrea, etc) o excretor (infecciones renales, cistitis…etc.).
  • Especialmente indicado para calmar la tos de origen bacteriano al ejercer su función expectorante.
  • Resulta especialmente indicado cuando el dolor de oídos responde a un infección interna del oído medio, debido a sus propiedades bactericidas.
  • Las propiedades bactericidas del ajo también pueden aprovecharse para combatir o prevenir las intoxicaciones alimentarias.
  • Se utiliza también el el tratamiento de la vaginitis u otras infecciones de la vagina, o en el tratamiento o prevención de enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea.
  • Tomado crudo o machacado y mezclado con mantequilla, se considera un buen digestivo. Favorece la digestión, al estimular el hígado, la vesícula y el páncreas y parece tener un efecto positivo en el tratamiento de la úlcera.
  • Las decocciones de dientes de ajo triturados se utilizan para expulsar la tenia o solitaria. El ajo ayuda a eliminar las lombrices intestinales, algo muy habitual en los niños pequeños.
  • En las dos últimas guerras mundiales, se utilizaba su jugo para desinfectar las heridas de los soldados.
  • Se utiliza en picaduras de insectos, hongos o enfermedades de la piel especialmente infecciosas, como los hongos, llagas, heridas y quemaduras, aplicando una gasa mojada en tintura o simplemente frotando la parte afectada con jugo de ajo.

Ventajas del Ajo

Además de una medicina, el ajo es un alimento natural. Es una planta que no debería faltar nunca en la mesa y debería comerse siempre cruda, pues la cocción destruye sus componente esenciales.

Se debería comer en ensaladas, crudo, para no destruir sus propiedades medicinales.

Efectos Secundarios del Ajo

Su ingestión continuada y abusiva (habitualmente más de tres o cuatro grandes al día) puede provocar una cierta irritación en el estómago y así originar dolores abdominales, náuseas, vómitos, diarreas, etc.

Puede también generar estos mismos efectos en personas que ingieren ajo teniendo el estómago vacío.

En personas muy sensibles puede producir molestias gastrointestinales, dependiendo de la dosis consumida, y en algunos casos incluso reacciones alérgicas leves con irritaciones cutáneas.

Contraindicaciones del Ajo

La toxicidad del ajo es muy escasa.

El uso del ajo en dosis elevadas, especialmente crudo o en extractos, está desaconsejado en casos de hemorragia, ya sea de causa traumática (heridas, accidentes, etc.) o menstrual (reglas abundantes).

Así pues, debido a su acción anticoagulante, dosis altas de ajo pueden prolongar las hemorragias y dificultar los procesos de coagulación.

No es aconsejable la ingestión durante la lactancia, ya que los sulfóxidos pueden acceder a la leche materna y conferirle un sabor desagradable, pero no se conoce en detalle cómo afecta su ingesta en niños.

Debería evitarse en aquellos casos en que exista hiperclorhidria (acidez estomacal) así como en estómagos delicados.

Cómo reconocer el Ajo

El ajo, cuyo nombre en latín es Allium sativum L., pertenece a la familia de las liliáceas, al que también pertenecen las cebollas, puerros y cebolletas. Su planta, que es perenne, puede alcanzar hasta el 1,5 m. de altura. Sus hojas son planas, y estrechas. Puede tener flores verdosas, blanquecinas o incluso rosadas, aunque son muy poco abundantes y algunas veces inexistentes. Suelen sobresalir con un largo pedúnculo sobre un cabezuela de bulbillos.

El bulbo, que es lo que se conoce como cabeza de ajo, está formado por una envoltura blanca dentro de la cual se encuentran varios bulbillos, que son los dientes de ajo.

Actualmente el ajo es cultivado para su recolección, siendo el principal productor mundial China, no siendo posible practicamente encontrar la planta que crezca de forma natural.