Cómo Hacer tu Propio Ambientador Casero en Gel

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No hay nada mejor que entrar en un sitio y percibir un buen olor, pero en muchas ocasiones, esos olores provienen de ambientadores comerciales que además de tener muchos químicos en su composición pueden acabar por cansarte.

Si quieres que cualquier espacio huela de forma agradable sin tener que recurrir a un ambientador artificial, prueba a hacer tú mismo tu propio ambientador casero de la forma que te voy a explicar en este artículo. ¡No te lo pierdas!

Un ambientador sin químicos, ¿es posible?

No hay nada más agradable al entrar en una casa, un despacho o incluso un coche, que percibir un buen aroma, y eso no siempre es posible, ya que a veces huele a comida, a tabaco, a humedad o a la mascota si hay, por mucho que limpies. Hay muchos ambientadores en el mercado destinados a dejar un buen olor, pero en la mayoría de las ocasiones, además de contener muchos químicos en su composición, enmascaran los malos olores y consiguen al final una mezcla que no resulta del todo agradable.

Los ambientadores en espray comerciales, son en su mayoría perjudiciales para el medio ambiente y a largo plazo pueden serlo para la salud, además de dejar manchas sobre tapicerías o en algunas superficies donde caigan si no se pulverizan a una distancia determinada en muchas ocasiones.

Hay muchas formas de conseguir un buen olor en tu hogar, y hoy te voy a contar cómo puedes hacer un sencillo ambientador casero hecho con gelatina que conseguirá que tu casa huela a lo que más te gusta. Lo mejor de todo es que a partir de la receta que te voy a contar, tú puedes variarla para conseguir el olor que más te guste.

¿Cómo puedo hacer mi propio ambientador libre de químicos?

En este caso, he elegido el aceite esencial de lavanda para dar un buen olor a la casa y le he añadido el zumo natural de medio limón, porque es una combinación que a mi me gusta mucho, pero por supuesto, puedes añadir otros aceites esenciales que te gusten más, como por ejemplo el de canela y el de naranja, cuya combinación también resulta muy agradable.

Además, el aceite esencial de lavanda ayuda a relajar la mente, por lo que su olor conseguirá ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad.

Si le pones un poco de imaginación, también puedes conseguir que este ambientador sea un objeto decorativo, ya que al tener que ponerlo en tarros, puedes buscar alguno que te guste y si quieres, añadirle algún colorante para que contraste con el tarro y haga un buen efecto visual, pero eso puede ser opcional.

¿Qué necesito?

    • 3 o 4 hojas de gelatina sin sabor.
    • 1/2 litro de agua.
    • 15 gotas de aceite esencial de lavanda.
    • 1/2 limón.
    • 1 cucharadita de bicarbonato de sodio.
    • Pequeños tarros

    ¿Cómo lo hago?

    Reserva media taza de agua y pon en ella las hojas de gelatina para que se hidraten durante unos 5 minutos.

    Exprime el medio limón y cuela su jugo para que no caigan pepitas ni restos sólidos.

    Pon el resto del agua en un cazo a calentar y cuando rompa a hervir retira del fuego y añade la cucharadita de bicarbonato de sodio removiendo bien para que se disuelva completamente.

    Añade ahora el zumo del medio limón y las hojas de gelatina hidratadas, removiendo con una cuchara de madera para que se mezcle todo bien.

    Cuando esté bien mezclado y sin esperar a que se enfríe, añade las 15 gotas del aceite esencial de lavanda sin dejar de remover para que se integre todo perfectamente.

    Puedes comprobar si el olor del aceite esencial que has añadido a la gelatina se nota, dado que si lo prefieres más intenso, puedes añadir unas gotitas más y mezclar de nuevo antes que la mezcla sea demasiado espesa.

    Ahora tienes que verter esta mezcla en los tarros que hayas elegido para poner este ambientador y dejar que repose para que se solidifique un poco más antes de repartirlos por la casa o por las habitaciones que quieras ambientar.

    Y ya tienes un perfecto ambientador casero y libre de químicos con el que aromatizar las estancias de tu casa. ¡Pruébalo, te va a encantar!