Si te digo que el tabaco está relacionado directamente con un buen número de muertes prematuras, tanto por enfermedades cardiovasculares como por cáncer, seguramente no te aporta algo nuevo. Si te cuento que, si te libras de este mal hábito antes de los cuarenta y además eres mujer, puedes vivir hasta 10 años más, quizás logro sorprenderte.
Hoy te voy a hablar de los resultados de un estudio realizado entre más de un millón de mujeres durante 15 años, cuyas conclusiones te resalto a continuación.
Dejar de fumar antes de los cuarenta tiene recompensa
Dos tercios de los fallecimientos de mujeres fumadoras entre los 50 y los 70 años están relacionados directamente con el tabaco, siendo las principales causas de fallecimiento el cáncer de pulmón, patologías pulmonares crónicas, problemas de corazón y derrames cerebrales.
El riesgo es directamente proporcional a la cantidad de cigarrillos que se fuma al día, aunque fumar un único cigarrillo al día ya duplica ese riesgo en comparación con una mujer que no fuma.
Si consigues abandonar ese hábito antes de la mediana estarás reduciendo drásticamente el riesgo de muerte prematura, y podrás ganar hasta 10 años de vida en comparación con las mujeres que fuman pasados los 40 años.
Nunca es tarde si la intención es buena
Es evidente que cuanto antes lo dejes, evitarás más problemas, pero tengas la edad que tengas, tus pulmones empezarán a sanearse desde la primera semana «sin humo».
De hecho, según otro estudio, si a un estilo de vida sana le sumas el abandono del tabaco, puedes ganar seis años de vida.
Incluso después de los 85 años, unos buenos hábitos pueden prolongar la vida hasta 4 años.
Tu cerebro también te lo agradecerá
Fumar daña el sistema circulatorio, favorece la aparición de coágulos y aumento el riesgo de infarto e ictus.
Pero no sólo daña el corazón y eleva el riesgo de tumores, ya que tu cerebro también sufre.
Según otro estudio, el tabaco. al igual que el alcohol aceleran en un 36% el deterioro del cerebro, lo que significa, que por cada 10 años de envejecimiento, el cerebro de los fumadores estará envejeciendo 12 años.
El humo te envejece por fuera
La nicotina reduce la producción de estrógenos, por lo que reduce los niveles de colágeno y elastina.
Esto significa que las fibras que sostienen la piel son más débiles, por lo que aparecen más arrugas.
El tabaco impide que llegue oxígeno y otros nutrientes esenciales a la piel, por lo que aparecerá más seca y amarillenta.
El pelo también se vuelve más fino, mate y se cae más.
¿Quieres añadir algo más?
Yo creo que éstas son razones más que suficientes para afianzar tu propósito de dejar de fumar o al menos, para planteártelo seriamente.
¿Quieres contarme tu experiencia?