Evita la Obesidad Infantil con estos 10 Sencillos Consejos

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Cada año mueren casi 3 millones de personas por causas asociadas a la obesidad o el sobrepeso. La obesidad es una enfermedad que ha crecido exponencialmente alrededor de todo el mundo en las últimas décadas. Y lo que todavía es más preocupante, la obesidad en los niños se ha triplicado, y cada año crece más y más. La obesidad es peligrosa para todo el mundo, pero para los niños, todavía en edad de crecimiento, es especialmente perjudicial para su desarrollo y su vida en general.

¿Quieres conocer las causas de la obesidad infantil, y los mejores consejos para prevenirla y combatirla? Entonces quédate con nosotros.

¿Qué Es la Obesidad?

La obesidad es una enfermedad que consiste en una acumulación excesiva de grasa en nuestro cuerpo, en comparación a la que deberíamos tener teniendo en cuenta nuestra edad, estatura y peso (el conocido IMC o Índice de Masa Corporal). Este exceso de grasa puede provocar muchos problemas de salud a largo plazo.

Cada día más personas son las que padecen de sobrepeso y obesidad, a causa del estilo de vida que solemos llevar: un estilo de vida frenético y estresante, donde el tiempo dedicado a preparar una comida saludable se considera tiempo perdido, y a la vez un estilo de vida sedentario, donde estamos demasiado ocupadas como para hacer ejercicio, y donde el ocio no suele ser activo. Los padres están transmitiendo este estilo de vida y estos hábitos alimenticios a sus hijos, y cada vez podemos encontrar más  niños con problemas de sobrepeso y obesidad.

Los niños con obesidad tienen más probabilidades de desarrollar problemas graves de salud cuando alcancen la edad adulta, como:

  • Problemas cardíacos.
  • Hipertensión arterial.
  • Resistencia a la insulina y desarrollo de diabetes de tipo 2.
  • Problemas y trastornos respiratorios.
  • Alteraciones del colesterol y los triglicéridos.
  • Trastornos osteomusculares, como la artrosis.
  • Diversos tipos de cáncer, como de endometrio, mama y colon.
  • Reducción de la esperanza de vida hasta en 10 años.

Además, cuando tu hijo se acerque a la adolescencia, la obesidad podría provocarle problemas psicológicos y de adaptación social, que podrían derivar en trastornos alimentarios o en conductas depresivas, por culpa de la presión social.

Si crees que tu hijo o hija padece sobrepeso u obesidad, será importante controlar su alimentación y su ejercicio. Además, te recomendamos encarecidamente acudir al pediatra, para que la pérdida de peso esté supervisada por un profesional, mediante las pruebas y análisis correspondientes.

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10 Consejos para Prevenir y Combatir la Obesidad Infantil

Es muy importante crear unos hábitos alimenticios adecuados en el niño, no sólo para combatir la obesidad, sino también para prevenirla. A continuación encontrarás los mejores consejos para que tanto tú como tus hijos aprendáis a mantener una alimentación equilibrada y saludable:

  1. La importancia del desayuno: El desayuno es la comida más importante del día, y debe ser completo y equilibrado. Un desayuno completo le proporcionará a tu hijo la energía necesaria para poder afrontar el nuevo día con fuerzas. Un desayuno ideal para un niño debería contener leche, fruta o zumo de frutas natural, e hidratos de carbono, como por ejemplo cereales. Es importante que tu hijo no se vaya sin desayunar, o habiendo desayunado poco, ya que esto propiciará que a media mañana tenga hambre, y será mucho más probable que pique snacks y alimentos poco saludables.

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  2. La importancia de las 5 comidas diarias: Realizar las 5 comidas diarias es imprescidible para llevar una alimentación equilibrada, por diferentes razones:

    • Evita que entre hambre entre horas, evitando que piquen alimentos poco saludables.

    • Evita que a la hora de comer o de cenar, la mayor sensación de hambre desemboque en comer en exceso o comer alimentos más calóricos y grasos, que sacian más.

    • Se distribuye la energía durante todo el día, para repartir el gasto energético y evitar que la energía sobrante se acumule en forma de grasa.

    • Hace las digestiones más ligeras.

  3. Evita las frituras y las grasas saturadas: Los fritos contienen muchas grasas saturadas, que no solo son excesivamente calóricas sino que además pueden ser perjudiciales para la salud, ya que incrementan el colesterol LDL («colesterol malo»). En lugar de fritos, puedes preparar la comida a la plancha, al vapor o al horno, así usarás mucho menos aceite, y conseguirás que la comida sea más saludable.

  4. Evita las comidas precocinadas o la comida rápida: Nuestro estilo de vida tan estresante y frenético muchas veces no nos deja demasiado tiempo para cocinar, y muchas veces recurrimos a la comida rápida o precocinada. Sin embargo, estas comidas no son para nada saludables, ya que suelen ser ricas en grasas trans, sodio, conservantes, colorantes y aromatizantes químicos, que pueden perjudiciales para nuestra salud a largo plazo. En lugar de eso, puedes optar por preparar comidas rápidas pero saludables, como ensaladas, o carne con verduras a la plancha. También puedes aprovechar para hacer comidas más elaboradas, como asados o cocidos, y aprovechar su largo tiempo de cocción para realizar otras tareas. Otra opción también es preparar comidas más elaboradas cuando tengas tiempo libre, y guardarlas en la nevera o en el congelador, para poder usarlas cuando tengas menos tiempo. Tanto tu salud como la de tus hijos lo agradecerán.

  5. Evita los dulces y la bollería industrial: Los dulces y la bollería pueden ser alimentos muy atractivos para un niño, pero deberemos controlar mucho su consumo si no queremos que nuestros hijos engorden, ya que son alimentos muy calóricos, porque contienen mucho azúcar. También es importante que no uses este tipo de alimentos como «premio» para reforzar una buena conducta, ya que se convertirán en un hábito. Tu hijo valorará más una muestra de afecto o entusiasmo más que cualquier premio material.

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  6. Más verduras y menos hidratos: El niño debe acostumbrarse desde bien pequeño a que las verduras forman parte de la dieta habitual. Recuerda que no tienen por qué gustarle todas, así que prueba a hacerle variedad de verduras para ver cuáles son sus favoritas, y cuáles no le gustan. Si le obligas a comer alguna verdura que le disguste, podría negarse a comer cualquier tipo de verdura. De la misma manera que te comentaba con los dulces, el niño tampoco debe concebir las verduras como un castigo. Por otra parte, será importante incrementar el consumo de verduras y rebajar el de hidratos de carbono si nuestro hijo padece sobrepeso u obesidad.

  7. Más fruta: Las frutas son un alimento imprescindible en la dieta de todo niño. Son ricas en vitaminas, glucosa y fibra, con un bajo contenido calórico. Pueden ser un buen sustituto de los dulces, y son muy refrescantes en verano. Acostumbra a tus hijos a almorzar y merendar fruta, ya que es en estas dos comidas cuando tienden a comer más bollería, snacks o alimentos menos saludables.

  8. La importancia del ejercicio: El estilo de vida de los niños actualmente es demasiado sedentario. Deberían compensar las horas que pasan sentados en clase y en casa haciendo los deberes, con juegos y ejercicio en su tiempo libre. Sin embargo, cada vez más, los niños suelen entretenerse viendo la televisión o jugando a videojuegos, cosa que no mantiene activo su cuerpo. Junto con los malos hábitos alimenticios, ésta es una de las causas más frecuentes de la obesidad en los niños. Por eso, es importante que tus hijos realicen diariamente entre 30-60 minutos de ejercicio como mínimo, para que no acumulen grasas excesivamente. Si lo conviertes en un juego, harán ejercicio sin considerarlo una obligación, y se divertirán haciéndolo.

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  9. La importancia de dormir correctamente: Dormir las 8 horas recomendadas es muy importante para controlar el hambre y los antojos de tu hijo. Además, también es esencial que siempre mantenga unos horarios similares, ya que una rutina en su alimentación también evitará que tenga ganas de picar entre horas.

  10. El aburrimiento puede hacer estragos: Mucha gente, no solo los niños, tiende a sentir hambre cuando se aburre. En este caso, deberíamos tener en cuenta dos cosas:

    • En primer lugar, procurar que el niño queme su energía para que no se aburra y esto genere hambre por ansiedad.

    • En segundo lugar, no usar la comida como entretenimiento. Muchas madres dan dulces o chucherías a sus hijos para entretenerlos, y esto todavía genera una asociación mayor, generando hambre cada vez que el niño se aburra.

Consigue que tus Hijos Crezcan Sanos

Como has podido ver, la base para que tus hijos crezcan sanos es crearles unos buenos hábitos alimenticios y de ejercicio desde bien pequeños, para que aprendan a llevar una vida saludable. Además, cuidando sus hábitos, también cuidarás los tuyos, por lo que tú también conseguirás llevar una vida sana y una alimentación equilibrada.

¿Quieres compartir con nosotros algún consejo más para combatir la obesidad infantil? ¡Déjanos un comentario!

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