Cuida tu Piel Seca con esta Maravillosa Crema Regenadora Casera

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La capa más externa de la piel sufre las consecuencias de estar expuesta a los agentes externos como el sol o el viento que pueden dañarla produciendo pérdida de su hidratación natural y favoreciendo la aparición de arrugas y manchas.

Para revertir estos efectos, hoy te traigo esta estupenda receta de una crema regeneradora con ingredientes naturales que puedes preparar fácilmente en tu casa. ¡No te la pierdas!.

¿Para qué sirve una crema regeneradora?

La piel está formada por capas, estando la más externa sometida al ataque de los agentes externos como el sol, el viento, la contaminación o el paso del tiempo.

Para reparar y renovar tu piel,  hay muchas cremas regeneradoras destinadas a protegerla al mismo tiempo que mantienen su hidratación, pero la gran mayoría de las fórmulas que puedes encontrar en el mercado pueden tener componentes que a la larga pueden ser perjudiciales con tu salud.

Por eso, puedes recurrir a realizar tu propia crema casera que regenere tu piel y la cuide poco a poco, con ingredientes naturales que te dejará unos resultados estupendos.

¿Cómo puedo preparar esta crema regeneradora para la piel?

Para preparar esta crema regeneradora, tan sólo vas a necesitar aceite de oliva, cera de abejas, flores de caléndula y aceite de rosa mosqueta, que son ingredientes que puedes encontrar fácilmente en herbolarios o tiendas de dietética especializadas en productos naturales.

Esta fórmula está especialmente indicada para las pieles secas, dado que por su textura la dejará perfectamente hidratada.

El aceite de oliva tiene muy buenas propiedades para cuidar la piel seca ya que gracias a su poder antioxidante, protege la piel y retrasa los efectos del envejecimiento, además de ayudarla a que se mantenga hidratada. Contiene además gran cantidad de vitaminas como la E, que además de regenerarla, ayuda a que se mantenga elástica y sana.

La cera de abejas tiene muy buenas propiedades para el cuidado de la piel, ya que es muy nutritiva, ayuda a regenerar las células, es cicatrizante y protege de algunos agentes externos como el sol. Además, va a dar densidad a esta crema ayudando a que no quede tan líquida.

Las flores de caléndula tienen muy buenas propiedades para cuidar la piel, ya que estimula la regeneración y recuperación de la piel disminuyendo la visibilidad de las manchas oscuras, ayudando a que la piel envejezca antes de tiempo.

El aceite de rosa mosqueta es un poderoso regenerador de la piel, ayudando a que desaparezcan las arrugas y las manchas de la piel que aparecen con la edad.

¿Qué necesito?

  • 25 gramos de cera de abeja.
  • 1/2 taza de aceite de oliva virgen extra.
  • 1 taza de flores de caléndula.
  • 10 gotas de aceite rosa mosqueta.
  • Espátula pequeña.
  • Cuchara de madera.
  • Cuenco metálico o cazo para poner al baño maría.
  • Cazuela o cazo pequeño.
  • Agua.
  • Tarro hermético para guardar la crema.

¿Cómo lo preparo?

En primer lugar, tienes que poner las flores de caléndula en un bote de vidrio y verter el aceite de oliva sobre las flores, cerrándolo a continuación.

Coloca el frasco en un sitio donde no le dé la luz solar para macere durante unos 40 días.

Pasado este tiempo, cuela el aceite y ponlo en el cuenco metálico.

Pon ahora el cazo con el agua a calentar, y coloca dentro el cuenco metálico con el aceite con precaución para que no entre nada de agua.

Ahora tienes que introducir cuidadosamente la cera dentro del aceite para que se vaya calentando y fundiendo junto con el aceite poco a poco.

Remueve con la cucharada de madera suavemente para que se integre perfectamente la cera con el aceite.

Una vez que ya esté fundido, añade las 10 gotas de aceite de rosa mosqueta y remueve nuevamente para que se integren perfectamente.

Una vez que ya esté todo bien unificado, puedes retirar del fuego y verter con cuidado dentro del tarro hermético donde vas a guardarlo.

Cuando se enfríe, se solidificará un poco, y para aplicarlo, tan sólo tienes que coger una pequeña cantidad con la espátula pequeña y extenderla cuidadosamente sobre la piel, notando como la textura untuosa de la crema hace que se funda con el calor de la piel, hidratándola y mejorando su aspecto poco a poco.

Puedes aplicarla preferiblemente por la noche, sobre la piel limpia y seca para que los principios activas de la crema actúen sobre la dermis.