¿Qué hace falta para limpiar el microondas de una forma ecológica?
Las utilidades más usuales que tiene este electrodoméstico son las de calentar la leche, platos de comida ya cocinada que se ha quedado fría o para descongelar algunos alimentos que acabes de sacar del congelador, pero también hay gente que lo utiliza para cocinar, ya sea verdura o incluso una carne o un pescado de distintas maneras.
Aunque siempre es recomendable utilizar una tapa especial para microondas con la que cubras el recipiente en el que tengas el alimento que vayas a calentar para evitar salpicaduras dentro del horno, a veces, o te olvidas de utilizar esta tapa, o se producen derrames o caen restos de comida que hacen necesario que limpies tu horno microondas cada vez que esto ocurra o por lo menos, una o dos veces al mes.
Generalmente, las manchas que suele haber dentro de este electrodoméstico suelen ser de grasa o de líquidos, pero no conviene dejarlas durante mucho tiempo en el microondas porque al volver a utilizarlo, esos residuos se recalentarán y pueden dar olor, e incluso pueden reducir la eficiencia del horno, por lo que conviene mantenerlo limpio.
En esta ocasión, con ingredientes naturales como el agua y zumo de un limón te bastarán para eliminar la grasa y los restos de suciedad que pudieran quedar en el interior del microondas, al mismo tiempo que dejarás un buen olor dentro de este electrodoméstico.
¿Cómo puedo limpiar el microondas de la forma más natural posible?
¿Qué necesito?
- 1 limón.
- 1 cuenco amplio apto para microondas.
- 2 vasos de agua.
- 1 cucharada de jabón para la vajilla (opcional).
- Estropajo que no arañe.
- 1 bayeta limpia.
- 1 paño de algodón que no deje pelusas.
- Guantes de goma.
¿Cómo tengo que limpiarlo?
Exprime el limón y pon su zumo en el cuenco apto para el microondas junto con los dos vasos de agua del grifo.
Dependiendo de la potencia de tu microondas, mete el cuenco y pon a calentar a máxima potencia alrededor de 5 minutos, o el tiempo suficiente para que el agua y el limón hiervan un par de minutos.
Una vez transcurrido ese tiempo, tienes que dejar el cuenco dentro del microondas sin abrir la puerta durante otros 10 minutos, de forma que el agua con el limón se enfríe y el vapor que se haya generado vaya ablandando toda la grasa y suciedad que pudiera haber en las paredes y en la puerta.
A continuación, tienes que abrir la puerta del microondas y sacar el cuenco con cuidado para que no se derrame el líquido que quede dentro ya que aunque no siga saliendo vapor, el agua seguirá estando caliente y podrías quemarte si se vierte.
Si tu microondas está muy sucio, tienes que añadir dos cucharadas de lavavajillas en el agua del cuenco que aún estará caliente y remover para que se mezcle bien, pero si no lo está demasiado, no te hará falta añadirlo y podrás limpiarlo sólo con el agua y el limón.
Ponte ahora unos guantes de goma, para no quemarte, y moja el estropajo en la mezcla, escurre y limpia el interior del microondas. Como las paredes estarán impregnadas del vapor, la grasa y la suciedad que pudiera haber estará muy ablandada, y no tendrás que frotar demasiado.
Además de limpiar el plato giratorio si tu microondas lo tuviera, no te olvides de limpiar la cara interna de la puerta y las rejillas de ventilación que hay dentro, porque ahí también se puede acumular la grasa.
Cuando hayas terminado, moja con agua limpia la bayeta y aclara bien el interior del microondas para retirar los restos del jabón de lavavajillas.
Para finalizar, tan sólo tienes que secar bien el interior con el paño de algodón limpio y seco, elige uno que no deje pelusas para evitar que se queden dentro del microondas, ya que en caso contrario, corres el riesgo de que se recalienten si se quedan en el interior y se utiliza luego el microondas.
Y, ¡ya tienes tu microondas perfectamente limpio y preparado para seguir utilizándolo!.
